El suicidio entre jóvenes ha aumentado de manera preocupante en los últimos años, particularmente en el grupo de edad de 18 a 23 años, advirtió el experto, Francisco Aguilar Rebolledo.
Comentó que las causas detrás de este fenómeno son múltiples y complejas, y requieren atención urgente desde el ámbito familiar, social e institucional.
"El suicidio en los jóvenes, sobre todo, ha aumentado en nuestra población. Las causas son multifactoriales, entre ellas están las situaciones sociales y la ausencia de un entorno familiar que los contenga ante las presiones o problemas que no logran resolver".
En ese sentido, el académico señaló que actualmente las juventudes buscan una salida falsa a los problemas que enfrentan, impulsados por factores como la falta de cercanía familiar, la presión por alcanzar logros inmediatos y el aislamiento social.
"Necesitamos acercar a los chicos a la familia. A veces las satisfacciones que quieren encontrar de manera pronta no se dan, y cuando se combinan los problemas sociales, familiares y personales, puede detonar una situación crítica".
Aunque el foco de alarma dijo, se centra en los jóvenes, también alertó sobre el impacto de las condiciones sociales y económicas en los adultos, quienes muchas veces cargan con la presión de mantener a sus familias sin contar con los recursos necesarios.
"La televisión puede mostrar una economía estable, pero al acercarnos a las familias nos damos cuenta de que hay una situación económica difícil. Esto genera tensiones, depresiones, aislamiento y falta de apoyo emocional".
Por lo anterior, lamentó que muchas personas que atraviesan cuadros depresivos o pensamientos suicidas no reciban la atención adecuada, ya que los servicios públicos de salud mental son insuficientes.
"Han cerrado muchos hospitales psiquiátricos, hay pocos médicos, psiquiatras o psicólogos, y algunas instituciones apenas cuentan con un solo psicólogo para atender a grandes poblaciones, lo cual es muy limitado", criticó.
Finalmente, hizo un llamado a las autoridades y a la sociedad en general para abrir más unidades especializadas en salud mental. "Así como nos preocupamos por atender enfermedades crónicas como la diabetes, también debemos generar espacios para la atención emocional, especialmente de los jóvenes".
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Hylcia Trujano