Orizaba, Ver.- Ante la llegada de la plaga de langostas que afecta cultivos de caña y maíz en la zona de Zentla, Paso del Macho, Huatusco, Omealca, Camarón de Tejeda, entre otros municipios, el uso de agroquímicos como Fipromil y Zcipermetrina para combatirlos, podría generar un alto riesgo de contaminación en el subsuelo, mantos freáticos, cuerpos de agua y extinción de especies, señaló el presidente del Consejo Intermunicipal de Ambientalistas (CIMA), Graciano Illescas Téllez.
Entrevistado sobre el tema, dijo que por el uso de agroquímicos es necesario que los presidentes municipales y las autoridades de la Semarnat, Sader, Conagua, Profepa, Sagarpa y Procuraduría del Medio Ambiente del Estado, intervengan para que eso no genere consecuencias para la salud pública y el medio ambiente.
Agregó que entre los involucrados se debió crear mesas de trabajo, incluyendo representantes del Programa Sembrando Vida que administra la Secretaría de Bienestar, así como de la Conagua, porque seguramente muchos de esos agroquímicos van a parar a los ríos, afectando la fauna acuática y crustáceos que son importantes en la economía de la zona baja del río Atoyac.
“Sin duda con esos agroquímicos se va a tratar de resolver pero se podría estar generando un problema de salud ambiental y de salud pública, porque algunos de estos activos de los agroquímicos también causan problemas a la salud humana…es importante evaluar esto a nivel institucional y las dependencias tienen que acudir y apoyarse en científicos especialistas y tenemos acá el Instituto de Ecología de Xalapa (Inecol) y la Universidad Veracruzana, para que de manera conjunta se pueda revisar la conveniencia de aplicar o no, esos insecticidas”.
Lamentó que debido a que siempre ha existido un debate entre los ingenieros agrónomos y los biólogos, no se dé la importancia a la opinión de los biólogos, pues son quienes procuran impulsar técnicas que sean muy respetuosas de medio ambiente y de los recursos naturales, para combatir a algunas que sean dañinas para la agricultura, mientras que los ingenieros agrónomos impulsan el uso de los agroquímicos, que son sustancias que resultan ser tóxicas.
Juan José Enríquez