El 21 de agosto del año pasado, compartía en este mismo espacio, la urgente necesidad que tenía nuestra ciudad capital en materia de seguridad. En aquel entonces, todos los días éramos “testigos de diversos actos delictivos, la sangre nuevamente empieza a correr por nuestras calles y colonias”, escribía.
Las autoridades municipales tomaron cartas en el asunto e iniciaron la conformación de la Policía Municipal, con desaciertos desde el principio y otros más a lo largo del camino. El tan anunciado y esperado cuerpo policial municipal no se ha logrado conformar como tal, en la totalidad que se anunció y su actividad en el municipio, es muy limitada, muy incipiente. Y es que algunos policías han desertado y quedan hasta el momento 70 elementos, mismos que no contaron con la formación necesaria en el uso de armas de fuego, tampoco cuentan con el equipo necesario para poder realizar su tarea en pro de la prevención del delito, enfrentar a los delincuentes y ofrecer así seguridad a los ciudadanos xalapeños. También hay quejas de los elementos hacia sus mandos, sus prestaciones y salarios.
La ola de violencia que ha invadido la ciudad, hizo que llegaran a Xalapa 200 elementos de la Secretaría de Marina, para participar en el combate a la delincuencia, sobre todo en las colonias y zonas, donde se ha recrudecido la violencia.
Nuevamente los xalapeños vivimos con delitos cometidos por bandas del crimen organizado, que a decir de algunas autoridades, se debe a que se están peleando el control de la “plaza” y se acomodan a las estrategias del gobierno estatal. Que es, en parte, lo que ha ocasionado que tengamos enfrentamientos entre esas bandas, ajustes de cuenta, extorsiones, cobro de piso, muertes, levantones, secuestros, asaltos a mano armada, robos y muchos delitos más que agobian a los ciudadanos, irrumpen su tranquilidad y los ponen al bordo de la desesperación.
Esperemos que la presencia de elementos militares, la eficiente continuidad en la formación de la policía municipal, la coordinación entre instancias de prevención y procuración de justicia a nivel estatal y federal, logren que poco a poco Xalapa vuelva a recobrar la paz y tranquilidad. Los ciudadanos exigen de sus autoridades una pronta solución al problema, piden que se dejen rivalidades y venganzas pasadas y que se coordinen y pongan a trabajar.
Sin embargo, no todo puede depende de la formación de las policías. También deben de existir estrategias, planes y coordinación entre los diferentes niveles de gobierno. Situación que no es evidente y mucho menos real. Al gobernador parece que no le cae el 20 de que gobierna un estado. Esto, sumándole que todavía el presidente de la República lo ha venido a respaldar, pero no parece ser suficiente. Bien dicen que menos es más y al haber tantos dirigentes creo que solitos se ponen el pie.
*** De Chiripa: Con la salida de algunos diputados de Morena en el Congreso del estado, el Movimiento se queda con una mayoría simple. Mal terminó el conflicto con el Fiscal General del Estado, pues no sólo no lo pudieron enjuiciar políticamente, sino que desgastaron mucho la figura del Gobernador, Secretario de Gobierno y al interior de su bancada, provocaron la división. Vienes asuntos importantes como el Presupuesto y el Plan Veracruzano de Desarrollo, que veremos cómo salen librados el Gobierno y su bancada en el Congreso.
Por César M. Jiménez Martínez