Durante campaña, el presidente Andrés Manuel López Obrador habló de la urgente y necesaria transformación de México, incluso “desde la familia y los valores”. Desde los púlpitos de las plazas públicas el entonces candidato promovía el “amor a la familia, al prójimo, a la naturaleza y a la patria”.
El pasado fin de semana el presidente presentó lo que ha titulado: "Cartilla Moral", viendo realizada parte de su propuesta electoral. La Cartilla será entregada primeramente a las 8.5 millones de personas beneficiarias de programas sociales. Se trata de un documento cuyo objetivo es "moralizar la vida pública de México", según lo dijo.
La publicación de 30 páginas es una adaptación de un ensayo del mismo título, "Cartilla Moral", escrito por el filósofo mexicano Alfonso Reyes (1889-1959) hace 75 años.La adaptación del gobierno de AMLO es la que hizo el crítico literario José Luis Martínez -uno de los más destacados discípulos de Reyes- y es distribuida con ilustraciones de figuras de la historia de México y algunos símbolos patrios.
Sin lugar a dudas y nadie podría estar en contra, de que es urgente una renovación moral en el país, que existe una profunda crisis y pérdida de valores, que entre otras cosas, ha ocasionado un daño severo en el tejido social, en las relaciones entre los individuos, en la permanencia del Estado de Derecho y la relación de los ciudadanos con las autoridades.
Actos reprobables como la rapiña que realizan comunidades veracruzanas enteras hacia transportistas; la complicidad y encubrimiento de pueblos hidalguenses en el llamado huachicoleo; el linchamiento de pobladores de comunidades poblanas hacia delincuentes – y en algunos casos inocentes-; y muchas más expresiones de que la nación está errada, enferma y sufre.
Una vez más, el objetivo del presidente es bueno, sincero, pero la estrategia, la implementación es errática. Se tendría que pensar una estrategia que vaya a la base de todo, como lo es la educación. Que se perfeccione y profundice la enseñanza de la cívica y ética en las escuelas, que se fortalezca el tejido social mediante el rescate de los espacios públicos, el fomento a las artes, el deporte, etc.
Pero ¿hasta dónde el Estado debe interferir en la vida moral de los ciudadanos? La moral corresponde a la vida privada de los ciudadanos, la ley a su actuar particular y público. La moral es subjetiva y ante un país plural, existen muchas concepciones de esta. Por lo tanto, intervenir en la moral de las personas no es cualquier cosa, hay una delgada línea entre fortalecer, imponer o cambiar la concepción de lo valores.
Por el bien de México y de todos, estamos obligados, necesitamos apoyar al presidente en esta cruzada, pero queremos hacerlo por los medios legítimos y lícitos.Recatemos México para nosotros
***De Chiripa: Mientras en Veracruz sigan peleadas las personas que están al frente de las Instituciones que deben procurar seguridad y justicia a los ciudadanos, van a continuar apareciendo muertos por aquí y por allá. Dejando a la sociedad en estado de indefensión y abandonada a suerte.
Por: César Manuel Jiménez Martínez