Andrés Manuel López Obrador, tabasqueño que a sus 64 años toma posesión como presidente de los Estados Unidos Mexicanos, no es una sorpresa, sino el reflejo de tenacidad y perseverancia. Después de dos intentos “fallidos” a la presidencial, y luchar contra un régimen que parecía indestructible, en su tercera participación consiguió lo que tanto anheló, y parece que dará un giro al sistema político mexicano. 

Una figura pública que estuvo bajo la sombra de los “fraudes” electorales, primero en 1988 cuando contendió para gobernador de Tabasco, y después en la elección presidencial de 2006. Ha sido el principal crítico del rescate bancario, conocido como FOBAPROA, considerado como el “fraude más grande de la historia después de La Conquista”. Además, siempre cuestionó casos como “Amigos de Fox”, “Pemexgate”, por mencionar algunos. 

Ha escrito 17 libros de análisis político-sociales y ensayos históricos, textos que plasman su carrera política. Menciona que su gobierno será la cuarta transformación del país, después de la Independencia, la guerra de reforma y la revolución. Es cierto querer volar en ideas, pero ante complejo reto, es preferible ser mesurado. 

Parece hacer de las consultas, una forma diferente de trabajar, ¿un respaldo ciudadano? o ¿una cortina de humo?, no es nuevo en López Obrador, ya que cuando fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México realizó cinco encuestas, tres de ellas para decisiones como la aplicación del horario de verano, el aumento al boleto del metro, y la construcción del segundo piso del periférico, las otras dos fueron para revocación de mandato. El detalle está en la desinformación de los participantes, ya que hay temas cruciales que deberán ser analizados por especialistas en la materia. 

¿Recuerdan ustedes el desafuero del 2005?, en donde fue acusado de haber incumplido un ordenamiento judicial y por querer construir un camino que comunicara a un hospital. Más bien, una persecución para detener su crecimiento político. 

Tan fuerte es el escenario que lo rodea que en uno de sus más recientes mensajes en redes sociales se observa junto a él un libro de Felipe González llamado “¿Quién manda aquí?, la crisis global de la democracia representativa”, acompañado además de otros personajes importantes en la historia de México, entre los que destaca Lázaro Cárdenas, personaje que dio un golpe al capital internacional con la nacionalización del petróleo. 

La reconciliación con empresarios y la calma en los mercados, será la mejor política económica que pueda llevar. Y es que cualquier decisión se verá reflejada en las finanzas. Si bien es cierto, existen factores como la inseguridad y corrupción que han acelerado la desigualdad, pobreza, e inseguridad, y en algunos casos desacelerado las inversiones. 

Tendrá que ser un hombre sensato y estratégico para tomar las mejores decisiones que convengan a la nación. Evitando llegar al autoritarismo y radicalismo que polarice a la sociedad y estrese la economía. Debemos estar conscientes que la sociedad tiene un papel fundamental para cambiar este país, cada uno desde nuestra trinchera tomando acciones firmes y fuertes. La participación juvenil y sus propuestas fortalecerán al país. ¡Si le va bien al gobierno, le va bien a México!

Por: Ing. Alejandro Baizabal