Cada uno hacemos de esta nación un espacio único, con voces y miradas distintas, voces creativas y diversas; voces e ideas de liderazgo, con visión y con anhelo de tener esa ciudad creciente, exitosa y de ejemplo para el resto. Donde el único punto de comparación sea con nosotros mismos. Es por ello que plasmo aquí una ruta, desde el canal energético y sostenible.

En una tierra tan pródiga, tan fértil e histórica como la nuestra, es necesario evolucionar, salir de lo común, de lo básico; se debe quedar atrás el conformismo, pues resulta el común denominador.

Darles una perspectiva distinta a las ciudades conlleva estrategias energéticas y sustentables para todos los sectores, por sus áreas de oportunidad, por los beneficios sociales, por las metas planetarias, etc. En fin, hay sueños muy ambiciosos y otros no tanto. La idea es nutrir la conversación.

No olvidar que se debe incluir la variable COVID-19 en la ecuación, pues ha incrementado la complejidad en el desarrollo económico y social. Es por ello la importancia de estrategias de contención que mitiguen el impacto, de lo contrario nos llevaría más tiempo levantar el vuelo.

Construir espacios de diálogo resulta esencial, creando círculos virtuosos que motiven el crecimiento, así como políticas públicas que atraigan las inversiones y las alianzas. El futuro energético y el desarrollo sostenible son una elección para la sociedad, los inversionistas y las industrias, pero, sobre todo, para los gobiernos.

Varias regiones se han fijado metas para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero. Reino Unido lanzó hace unos meses un “Plan de diez puntos para una revolución industrial verde”, les invito a leerlo. La Ciudad de México ha fortalecido su sistema de eficiencia energética en edificios públicos y, además, ha instalado paneles solares en ellos, buscando el ahorro económico, reducir la huella de carbono y mejorar el servicio a los usuarios. Asimismo, ha trabajado con temas de movilidad y gestión de los residuos.

Es momento de ejecutar las ideas que detonen el desarrollo de cada región, con liderazgo y con visión. Es necesario llevar a las agendas locales temas tan relevantes como estos, que impulsen el progreso y el bienestar general. Debemos ser capaces de transformar nuestras ciudades pensando en la supervivencia. Se tiene que ir cambiando esa mentalidad vacía y ambigua para mejorar el rumbo. Si no se hace ahora, será demasiado tarde. 

Por: Ing. Alejandro Baizabal

Twitter: @alexbaiz

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