En los últimos 100 años el petróleo ha sido un recurso fundamental para la transformación del planeta. Cortar de un plumazo su consumo sería una mentira, pues sus usos son múltiples. No solo es pensar en combustibles, sino también en fertilizantes, plaguicidas, plásticos, detergentes, pinturas, fármacos, entre otros más. Aunque, de manera gradual se espera que disminuya la demanda en distintos sectores.
Recientemente el mercado laboral petrolero ha sufrido un golpe más, pues a lo largo de la historia la caída de los precios obliga a hacer ajustes financieros que se traducen en recorte de personal, suspensión de proyectos y cancelación de contratos de servicios. Más aun teniendo una de las empresas más endeudadas del planeta, como lo es Pemex.
Si bien hay petroleras que están diversificando su modelo de negocios y buscan acercarse a fuentes limpias. Se están enfocando en sectores donde se mitigue aún más las emisiones de CO2, como son la generación de energía y la movilidad. Es ahí el punto clave.
Por ejemplo, en energía buscan invertir en el desarrollo e implementación de fuentes renovables. En movilidad, centrarse en la investigación y uso del hidrógeno como combustible, pues se ha demostrado que es limpio, eficiente y amigable con el medio ambiente.
En fin, lo que llama la atención es que se están tomando decisiones, no sé si a tiempo o no, pero serán cruciales en el mediano y largo plazo. Aquellas naciones que se resistan o lleguen tarde a la transición, seguramente terminarán pagando muy caro.
Por: Ing. Alejandro Baizabal
Twitter: @alexbaiz