Hemos llegado a una fase de volatilidad enorme en el mercado petrolero. El lunes pasado quedó marcado en la historia de Petróleos Mexicanos. La mezcla mexicana llegó a umbrales negativos. Un evento sin precedente.
Todo tiene una explicación. Pues los contratos futuros en Estados Unidos vencían ese día. El detalle es que no hubo compradores, pues no hay donde poner el petróleo, los contenedores están al límite.
Además, el recorte mundial no se ha dado, este inicia hasta el próximo 01 de mayo. Y los escenarios plantean que será insuficiente.
Lo cierto es que los síntomas ya se reflejaron: el almacenamiento al límite, la cuarentena aplazándose en varios países y con ello la demanda de petróleo cayendo más de lo previsto.
Esto es una alerta para Pemex y el gobierno federal, de no aprender de ello, nos llevará al precipicio. Hay que estar atentos pues se espera otro temporal de precios a finales del mes.
De entrada, tienen que echar mano para seleccionar los campos o proyectos que tendrán que detenerse para recortar los 100 mil barriles prometidos en la reunión de la OPEP.
Los precios de la mezcla mexicana han tenido 3 días consecutivos sin alcanzar a costear un barril en sus campos. Es decir, nos cuesta más producirlo que venderlo.
No solo aquí ocurre, la industria del fracking en los Estados Unidos está viviendo una tormenta descomunal, pues los proyectos dejan de ser rentables con precios en el suelo.
Para terminar, quiero reconocer la entrega y profesionalismo del ejército de la salud. Son ellos quienes están dando todo. Y al resto, todos nosotros, nos queda actuar con responsabilidad para mitigar la propagación.
Pro: Ing. Alejandro Baizabal
Twitter: @alexbaiz