Tener un gato como mascota no es algo novedoso, es una práctica con una antigüedad de más de 10.000 años. El gato doméstico ha demostrado ser uno de los animales más dóciles para tener como mascota logrando capitalizar una estrecha relación con humanos de todo el mundo.
La primera aparición de los gatos se remonta a la civilización del Antiguo Egipto. En esta época los gatos se convirtieron en el icono de las pinturas y esculturas egipcias, e incluso los inmortalizaron como momias. Los historiadores y arqueólogos han investigado estas pruebas para demostrar que las antiguas civilizaciones egipcias fueron las primeras en domesticar a los felinos.
Mediante un análisis genético, un estudio sugiere que los gatos fueron domesticados por primera vez en el Oriente Próximo hace unos 10.000 años. Dicen que empezaron a tener más importancia por sus habilidades felinas para cazar ratones y otros roedores que afectaban a las cosechas. Sin embargo, no fue hasta varios miles de años más tarde cuando realmente los gatos iniciaron el viaje que les llevaría a todos los rincones de la Tierra.
La creciente popularidad de los gatos entre las culturas mediterráneas y particularmente su utilidad en los barcos infestados de roedores y otras plagas, desencadenó su dispersión a través del Mediterráneo. Además, el arte refleja notablemente esta popularidad: las representaciones de los gatos en contextos domésticos son frecuentes en el Imperio Nuevo de Egipto. Las primeras obras representan al gato como un animal de trabajo. Pero a lo largo de los siglos los felinos empiezan a aparecer en contextos domésticos; cazando pájaros con la gente, llevando collares o sentados en sillas.
El éxito de domesticar gatos, está reflejado en los cambios de su sociabilidad y mansedumbre que aparecen en las pinturas. Los egipcios fueron los primeros en tener recursos y conocimiento para domesticar gatos. A través de una selección evolutiva y artificial de gatos, con más capacidad para aprender, los hicieron más dóciles. Esto sugiere que los egipcios criaron a los gatos para que fuera más fácil tenerlos a su alrededor, siendo más sociables y menos territoriales.
En 2004 descubrieron la momia de un gato de 9.500 años enterrado en la isla mediterránea de Chipre, que reveló los datos de por qué los gatos de hoy en día son tan dóciles. La especie 'Felis Silvestris Lybica' son descendientes de gatos que vivieron hace miles de años en el Antiguo Egipto, ya que han encontrado su firma genética en todas las momias analizadas.
ECO DIARIO