La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, encabezó la inauguración de laceremonia conmemorativa por los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlán (1325-2025). En el evento también estuvieron presentes la jefa de gobierno, Clara Brugada, el director general del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, Adelfo Regino Montes, y el secretario general de la Defensa Nacional, el General Ricardo Trevilla Trejo.
Durante el acto, las autoridades cortaron el listón inaugural como parte de las actividades oficiales que celebran el legado y la grandeza histórica de la antigua ciudad mexica. Posteriormente, actores y bailarines ofrecieron un espectáculo artístico en honor a los siete siglos de historia de México y su capital originaria.
La presidenta de México señaló que reconocer a Tenochtitlán no es hablar de un pasado muerto, sino de un pulso vivo “reflejado en nuestras palabras, nuestra comida, nuestras costumbres y, sobre todo, nuestra grandeza cultural y nuestra identidad”.
“Tenochtitlán fue un símbolo de organización, de poder, de ciencia, de arte y de visión; fue centro de un mundo indígena que supo construir un modelo de civilización propio”.
También recordó el pasaje histórico, los mercados, los canales, las chinampas, los guerreros, los sabios, “para reconocer la grandeza y belleza de Tenochtitlán“, que describió como una ciudad de orden, de arte, de poder y poesía.
“Un pueblo que llegó de la nada para crearlo todo. Fue un imperio sólido, con leyes, ingeniería, cultura, astronomía, matemáticas y medicina”.
Calificó la conquista de Tenochtitlán como el inicio de un largo proceso de colonización que buscó borrar todo rastro de lo indígena y que sometió las mentes que perduraron por siglos. “Se buscó avergonzarnos de nuestro origen indígena”.
“La herida más profunda a la que estamos obligados como mexicanos a curar”.
Recordó que la discriminación fue más dura con las mujeres indígenas: se les negó el derecho a proteger su cuerpo, hablar su lengua y a ser reconocidas como personas con historia y derechos.
LÓPEZ DÓRIGA