Mario Alberto Lover Martínez, ex integrante de la extinta Policía Federal de México, murió durante un ataque de drones explosivos rusos el 9 de junio, luego de haberse enrolado en las filas de Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania. La víctima era originaria de Ciudad Ixtepec, Oaxaca, en el Istmo de Tehuantepec.
Hoy su madre Amalia Lover Martínez llora la partida de su hijo, con lágrimas en los ojos explicó el dolor que representa para ella el haber perdido a su hijo tan lejos de casa y sin tener la certeza de dónde se encuentra su cuerpo.
“Feo porque no lo veo, lo único que pido es que me lo traigan, que me lo traigan así como se lo llevaron. Que lo traigan y que regresen sus restos mortales”.
Su hermana Arcelia explicó que tenían una relación muy cercana, ya que Mario Alberto era el proveedor de la familia:
“Estamos con la agonía, qué hacemos, qué decimos, a quién buscamos… no sabemos. Los rusos levantan cuerpos y los meten a refrigeradores especiales, entonces nosotros suponemos que ya lo levantaron.¿En qué estado?, pues no sabemos. Desconocemos si sigue en Ucrania”.
Se negó a formar parte de Guardia Nacional en México
Lover Martínez prefirió no ser parte de la Guardia Nacional, misma elección que lo llevó a renunciar a la extinta Policía Federal, dejó México y se trasladó a los Estados Unidos donde formó parte del grupo Delta con sede en el Pentágono.
Después de recibir cursos de adiestramiento y aprobar sus exámenes, logró sus servicios a la armada ucraniana, conocida como: Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania o Legión Extranjera, antes de participar en la guerra de Ucrania.
Su familia se encuentra desesperada, pues se encuentran en medio de trámite que impiden que el cuerpo de Mario Alberto regrese a Ciudad Ixtepec, donde su familiares y amigos lo esperan para iniciar el proceso funerario de acuerdo a las tradiciones zapotecas.
La familia piden ayuda al gobierno de México, que a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), se les apoye a repatriar los restos mortales con éxito.
“Me gustaría que llegara a la puerta y dijera: ‘saben que hermana estoy bien’. Me hablaba todos los días, hacíamos videollamadas y ahorita nada, nada, yo le he marcado, pero no, agregó su hermana”.
Su madre aún recuerda cuando le llamó para felicitarla por el 10 de mayo, ese día le pidió que ya regresara a casa, que se cuidara, que volviera por sus hijas, sus ojos se llenaron de lágrima nada más de recordar que la vídeo llamada que le hizo.
“Después del día de las madres, platiqué con él nada más y ya después le pregunté qué hacía por allá, 'ay madre quiero conocer dice, pues si pero ya fuiste, ahora cuida por tus niñas'”.
MILENIO