El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que él no ha inclinado la balanza por ninguno de los aspirantes a la presidencia de la República, espera que no cambie el método de selección de candidato en Morena, por tratarse de un asunto estatutario y afirmó que no se trata de hacer procesos a la medida.
“Es el pueblo el que decide, se acaba el ‘dedazo’. Puede ser mi hermano, mi hijo, pero se somete a una prueba, a un escrutinio, a una consulta, a una encuesta y el pueblo dice: ‘No’, no. Entonces, eso debe de quedar muy claro, no he inclinado la balanza en favor de nadie ni lo voy a hacer. Se acabó el ‘tapado’, se acabó el ‘dedazo’. Entonces, que nadie se deje engañar. Yo no tengo candidatos favoritos, no”, indicó.
“No, pero es un asunto estatutario, o sea, independientemente... O sea, no es: A ver, yo quiero que hagan las cosas a mi medida. Pues así no es, hay un procedimiento establecido” y expuso que duda que Ebrard se pronuncie en contra de los procesos estatutarios porque fue respetuoso en 2012 cuando perdió una encuesta ante el hoy presidente: “Marcelo muy bien, no escuchó el canto de las sirenas, se puso cera en los oídos”.
Ebrard Casaubon ha expresado en varias ocasiones quejas hacia la dirigencia nacional de Morena por la falta de reglas claras en el proceso de designación de la candidatura del partido, por lo que para el 5 de junio dará a conocer una “fórmula” y “vamos a estar contentas y contentos todos”.
El presidente comentó: “No, pues claro, tiene que ser transparente, no puede haber fraude, no podemos ser como estos que falsifican las firmas”.
También señaló que quien gane la encuesta “es el que voy a apoyar cuando se haga la encuesta para la Presidencia, sea mujer, sea hombre. Y son mis hermanos y mi hermana, pero el que gane la encuesta, a ese es al que voy a apoyar. Yo contribuí a dos cosas cuando estuve de dirigente de Morena: A que se estableciera en el estatuto lo de las encuestas”.
Otro procedimiento, afirmó, es muy riesgoso y, por ejemplo, con la instalación de urnas se puede manipular, incluso “mete la mano el adversario para que gane un candidato a modo, con un proceso para “simular para que ganara el del régimen. Así lo hacían. Entonces, dijimos: No, no, así no va a ser, vamos a ver realmente quién quiere la gente, el pueblo no se equivoca o se equivoca menos”.
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