Unos doscientos musulmanes celebraron el rezo del viernes convocado por el movimiento islamista Hizb ut-Tahrir frente al Parlamento danés, por las cincuenta personas asesinadas hace una semana en el atentado contra dos mezquitas en Nueva Zelanda.

En Hagley Park, a pocos pasos de la mezquita de Al Noor, donde la mayoría de las personas murieron en el primer ataque, miles de personas asistieron a un servicio conmemorativo antes de las oraciones del viernes.

Mientras la comunidad musulmana se reunía para orar y llorar, cientos de no musulmanes que se encontraban alrededor del perímetro, en un gesto de solidaridad, hicieron una cadena humana.

El área fue tratada con la reverencia de una mezquita, con muchas mujeres, incluida la primera ministra, usando pañuelos en la cabeza como una señal de respeto.

Luego del momento de silencio, el Imam de la mezquita de Al Noor, Gamal Fouda, pronunció un sermón en el memorial de Christchurch, diciendo que “vio odio y rabia en los ojos del terrorista que mató y martirizó a cincuenta personas inocentes, hirió a 42, y rompió los corazones de millones en todo el mundo”.

También una veintena de personas acudió a la plaza del castillo de Christiansborg (sede de la cámara) portando banderas danesas e israelíes y pancartas contra los musulmanes y pidiendo la prohibición de este grupo.

El acto, que tenía permiso de las autoridades y en el que hubo una amplia presencia policial, transcurrió sin incidentes, aunque varios de los manifestantes abuchearon a los congregados, cantaron el himno danés y profirieron gritos de “Fuera de Dinamarca”.

Durante la ceremonia, el imán acusó a los políticos de crear un cisma entre los musulmanes y el resto de la población danesa y los culpó de crímenes contra países islámicos, en referencia a que Dinamarca ha enviado tropas a Irak, Afganistán, Libia y Siria.

Terminado el acto, partidarios del grupúsculo ultraderechista Stram Kurs (Línea dura), que había llamado a manifestarse contra Hizb ut-Tahrir, quemaron a unos cientos de metros del Parlamento, del otro lado del canal que cruza la capital danesa, un ejemplar del Corán, lo que provocó un tumulto y la intervención policial.

Entre los manifestantes figuraban también miembros de las juventudes del xenófobo Partido Popular Danés, segunda fuerza parlamentaria y apoyo externo del Gobierno de liberal Lars Løkke Rasmussen.

Hizb-ut-Tahrir es una controvertida organización que aboga por la creación de un gran califato islámico en Asia Central y que ha sido prohibida en varios países europeos, como Alemania y Rusia.

Distintos gobiernos daneses han intentado hacer lo mismo, pero la Fiscalía concluyó hace años que no se puede probar que el grupo tenga un objetivo ilegal o use medios ilegales y que, por lo tanto, no puede ser prohibida en Dinamarca.

NOTICIEROS TELEVISA