La Paz. La policía de Bolivia detuvo este jueves al ex ministro de gobierno, Arturo Murillo, luego de que fuera deportado desde Estados Unidos para que responda por distintos cargos ante la justicia.
Murillo, de 61 años, es considerado uno de los hombres más influyentes del gobierno de la ex presidenta de facto, Jeanine Áñez (2006-2019), enfrenta además 15 procesos judiciales por su papel en la represión de las protestas en Senkata, un barrio de la ciudad de El Alto, y Sacaba, una ciudad en la región central de Cochabamba, que en 2019 dejaron 37 muertos. Durante su gestión, persiguió a ex ministros y seguidores de Evo Morales.
El Fiscal General, Roger Marica, afirmó que Murillo debía ser encarcelado de inmediato, aunque sea un juez quien determine su situación legal. “Él debe rendir cuentas, tiene dos condenas en nuestro país”, declaró el ministro de gobierno, Roberto Ríos, en una conferencia de prensa.
Murillo arribó esposado al aeropuerto de Santa Cruz en la madrugada y fue trasladado a La Paz a la espera de una audiencia.
En 2021, autoridades estadunidenses lo detuvieron por recibir al menos 532 mil dólares en sobornos. Dos años después fue sentenciado a 70 meses de prisión. La justicia boliviana lo condenó en ausencia a ocho años de cárcel por contratos lesivos al Estado relacionados con la compra de gases lacrimógenos en 2019. También recibió una sentencia de cinco años por el ingreso irregular de armamento desde Ecuador.
La deportación ocurrió mientras el sistema judicial boliviano anunció una revisión de casos de personas presas sin sentencia. Jeanine Áñez, por su parte, enfrenta también un juicio político por los hechos de Senkata y Sacaba.
LA JORNADA