Coatzacoalcos, Ver.— Este martes 1 de julio, restos humanos desmembrados y embolsados fueron encontrados en la colonia Divina Providencia de Coatzacoalcos, a escasos metros del cuartel de la Guardia Nacional.
El macabro hallazgo se registró alrededor del mediodía sobre la calle Izoras, casi esquina con Puerto del Espíritu Santo. Vecinos alertaron a las autoridades tras detectar un olor fétido y observar varias bolsas negras abandonadas en un predio cercano.
Elementos policiacos de los tres niveles de gobierno acudieron al sitio y aseguraron la zona mientras personal de la Fiscalía General del Estado, agentes ministeriales y servicios periciales iniciaban las diligencias correspondientes para el levantamiento de los restos, que hasta ahora no han sido identificados.
Este nuevo descubrimiento marca un inicio de mes violento y se suma a una serie de hallazgos similares en las últimas semanas. El más reciente ocurrió apenas el domingo 29 de junio en la colonia Héroe de Nacozari, donde fue localizado un cuerpo envuelto también en bolsas negras.
Durante junio, se registraron al menos tres casos más: en los fraccionamientos Santa Martha, Villas de San Martín y Santa María, donde se recuperaron restos que corresponderían a dos víctimas. Además, en la carretera Costera del Golfo —a la altura del entronque hacia Nanchital— fue abandonada la cabeza de una mujer, y en el puente Calzadas, sobre la antigua carretera a Minatitlán, fueron dejados restos dentro de una maleta y una caja.
Con el hallazgo de este martes, suman cinco escenas distintas en las que restos humanos han sido abandonados en Coatzacoalcos y sus alrededores en un lapso de apenas cinco semanas. No obstante, las autoridades no han confirmado cuántas víctimas distintas hay entre los restos localizados.
Hasta el momento, la Fiscalía no ha ofrecido información oficial que vincule los hechos entre sí ni ha anunciado detenciones. Mientras tanto, el ambiente en la ciudad es de creciente preocupación ante la evidencia de una violencia que se multiplica y permanece impune.
José Vargas