Acayucan, Ver.— La delincuencia desató una noche de pánico en Acayucan este fin de semana, cuando en apenas cuatro horas se registraron varios ataques violentos que incluyeron disparos contra una vivienda, múltiples asaltos armados y agresiones físicas.
Los hechos comenzaron en la colonia Malinche, donde sujetos a bordo de una motocicleta atacaron a balazos la fachada de un domicilio particular. La vivienda pertenece a un comerciante dedicado a la venta de bateas de concreto. Aunque no hubo heridos, las autoridades sospechan que se trató de una advertencia relacionada con extorsiones, una práctica cada vez más común en la zona.
La violencia escaló rápidamente. A unos minutos del primer atentado, un grupo de cuatro hombres armados que se desplazaban en un taxi asaltó la recepción del motel “Secreto”, en la colonia Villalta. El atraco ocurrió a escasos metros de lo que fue la base operativa de la Policía Estatal, lo que dejó en evidencia la total vulnerabilidad de los espacios comerciales, incluso cerca de instalaciones policiacas.
Horas después, ya cerca de la medianoche, la ola delictiva continuó en el tramo que conecta Acayucan con Oluta, a la altura del boulevard Morelos. Delincuentes armados irrumpieron en la gasolinera Valero, donde golpearon brutalmente a un empleado y robaron pertenencias de clientes. Uno de los atacantes iba armado con una escopeta, lo que generó terror entre los presentes.
Los mismos agresores habrían continuado su recorrido delictivo asaltando poco después otra gasolinera, Servifácil, para luego ingresar a un Oxxo, donde sometieron a un guardia de seguridad y le arrebataron su arma de cargo. La violencia, documentada por cámaras de seguridad y difundida en redes sociales, se mantuvo hasta pasadas la una de la mañana del domingo 29 de junio.
A pesar de la gravedad de los hechos, ninguna corporación de seguridad logró detener a los responsables. Las denuncias ciudadanas no se hicieron esperar. Habitantes reclamaron la indiferencia de las autoridades locales y la aparente inoperancia de los cuerpos policiales estatales y federales asentados en el municipio.
“¿De qué sirve tener Guardia Nacional, SSP y Ejército si no hacen nada cuando más se les necesita?”, expresó una vecina del sector agredido.
José Vargas