Coatzacoalcos, Ver.- Continúa el bloqueo total en la carretera federal Coatzacoalcos–Villahermosa, a la altura del entronque a Nanchital, protagonizado por habitantes de la congregación de Mundo Nuevo, quienes exigen una solución urgente ante los fuertes olores químicos que han afectado a la comunidad desde hace más de una semana.

La protesta, que se mantiene por más de 12 horas consecutivas, ya provoca serios efectos colaterales no solo para la población civil, sino también para el aparato industrial de la zona. Este jueves, unidades de transporte de personal de Pemex quedaron varadas sobre la avenida Costera del Golfo, a la altura de la conocida excaseta, sin posibilidad de avanzar debido al cierre total de la vialidad. Los trabajadores del primer turno —programados para ingresar de madrugada a los complejos petroquímicos— fueron regresados a sus hogares ante la imposibilidad de llegar a sus centros laborales.

Mientras tanto, los manifestantes advirtieron que no levantarán el bloqueo hasta que alguna autoridad competente acuda al sitio y dé una respuesta seria a la problemática. “Si nadie viene, aquí nos vamos a quedar. Ya basta de que nos ignoren”, señalaron en tono de hartazgo.

De manera extraoficial, fuentes industriales señalan que los olores podrían estar relacionados con los efluentes químicos que desecha el complejo petroquímico Cangrejera, operado por Pemex. Versiones no confirmadas indican que el mal manejo de residuos estaría ocasionando la contaminación ambiental que hoy afecta a Mundo Nuevo y sus alrededores.

“Llevamos más de una semana respirando aire contaminado, ya hay personas con dolor de cabeza, mareos, ardor en los ojos. Nadie nos explica qué sustancias son, y mientras tanto el olor sigue”, denunció una de las vecinas.

Lo que más ha indignado a los manifestantes es la absoluta ausencia de funcionarios de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), de la Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente (PMA), y de la propia administración de Pemex. Hasta ahora ninguna dependencia ha emitido comunicados ni ha enviado personal técnico a realizar inspecciones, lo que alimenta la percepción de abandono e impunidad.

El tráfico pesado que conecta el sur de Veracruz con el sureste del país permanece paralizado, generando pérdidas económicas para transportistas y empresas. Algunos camiones de carga reportan haber permanecido varados más de seis horas sin poder avanzar.

Mientras tanto, el clima de tensión continúa creciendo en el lugar. Los habitantes advierten que esta es apenas la primera fase de acciones si no se da respuesta inmediata a sus demandas. El llamado es directo: que lleguen los responsables de las dependencias ambientales, se investigue el origen del problema y se apliquen sanciones, si corresponde.

Al cierre de esta edición, el bloqueo se mantiene firme, los trabajadores de Pemex siguen sin poder ingresar a sus labores y el silencio de las autoridades permanece como el mayor combustible de la indignación social.

José Vargas