Minatitlán, Ver.– A cuarenta días de haber iniciado, la huelga de trabajadores y representantes de empresas contratistas afuera de la Refinería General Lázaro Cárdenas del Río en Minatitlán se mantiene firme. La protesta exige el pago de adeudos millonarios por servicios ya prestados en distintas instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex), principalmente en complejos petroquímicos del sur de Veracruz.

Las empresas afectadas aseguran que desde hace más de seis meses no han recibido el pago por trabajos de mantenimiento, rehabilitación y servicios especializados realizados en las plantas de Minatitlán, Coatzacoalcos, Cosoleacaque y Poza Rica. El monto total que se reclama supera los 800 millones de pesos, una cifra que ha empujado a decenas de pequeñas y medianas empresas a la quiebra técnica.

Durante más de un mes, los inconformes han mantenido presencia constante en los accesos de la refinería, colocando lonas, estructuras improvisadas y manteniendo el flujo vehicular parcialmente bloqueado. Aunque la movilización se ha desarrollado sin violencia, el malestar crece ante la falta de una solución definitiva.

“Ya son 40 días y no hemos recibido ni un solo pago. Algunas de nuestras empresas ya cerraron, otras sobreviven con tres o cuatro trabajadores. No es justo que Pemex nos haya utilizado, que ya se haya beneficiado de nuestros servicios, y que ahora se lave las manos”, denunció uno de los empresarios afectados, quien prefirió mantener el anonimato por temor a represalias contractuales.

No es la primera vez que Pemex enfrenta este tipo de protestas en Minatitlán. Desde 2019, el patrón se ha repetido: contratistas locales reclaman pagos por obras y servicios realizados, mientras la paraestatal se escuda en trámites administrativos, validaciones pendientes o procesos internos que afirman no se resuelven en tiempo ni forma. En aquel entonces, el adeudo superaba los mil 400 millones de pesos y más de 140 empresas estuvieron involucradas.

A inicios de este año, en marzo, durante una gira presidencial por Veracruz, se anunció que los pagos a proveedores serían liberados “en breve”. Sin embargo, los empresarios denunciaron que sólo se cubrieron saldos menores y que los compromisos más importantes quedaron sin atender. En respuesta a las críticas, el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, declaró este mes que la empresa ha desembolsado más de 127 mil millones de pesos en pagos a proveedores durante el primer semestre de 2025, negando cualquier crisis financiera.

“Dicen que sí están pagando, pero a nosotros nadie nos ha liquidado. No hay claridad, no hay fechas, no hay voluntad”, insistió otro representante de empresa, quien también participa en el plantón.

El efecto de esta situación ya es visible en la economía regional. Varios proveedores han cesado operaciones, se han perdido empleos directos e indirectos, y los servicios periféricos —como fletes, alimentación y renta de maquinaria— también han sido arrastrados por la ola de impagos.

De no recibir respuesta inmediata, los manifestantes advirtieron que podrían cerrar totalmente los accesos a la refinería, lo cual podría impactar el ritmo de producción y distribución de hidrocarburos en el sur del país. Hasta ahora, no se ha registrado una intervención formal por parte del gobierno federal ni estatal que logre mediar el conflicto.

La huelga cumple ya más de un mes sin solución y evidencia nuevamente los rezagos estructurales en el manejo financiero y contractual de Pemex, así como la fragilidad con la que operan decenas de empresas proveedoras que dependen directamente de los pagos oportunos de la paraestatal.

Mientras tanto, el plantón continúa. Las lonas siguen firmes, los trabajadores no se mueven, y la deuda, según los afectados, crece con cada día que pasa.

José Vargas