Coatzacoalcos, Veracruz. Siete rostros, siete historias truncadas y una misma esperanza: volver a casa. Integrantes del colectivo “Familias en Búsqueda Hasta Encontrarlos” iniciaron este fin de semana una emotiva y firme campaña de concientización en Coatzacoalcos para visibilizar la desaparición de sus seres queridos, una lucha que, aseguran, no se detendrá hasta encontrarlos.
La iniciativa incluye la colocación de lonas y carteles en puntos clave de la ciudad, así como actividades públicas de reflexión como la lectura de poemas y mensajes de esperanza. En el parque Independencia, el corazón del municipio, las voces quebradas por el dolor recordaron a quienes ya no están.
“Te busco cada día… te he buscado en cada cumpleaños, en cada Navidad, en cada reunión familiar”, recitó Fátima, visiblemente conmovida, mientras sostenía la fotografía de su familiar desaparecido.
Blanca Luis Solano, tía de uno de los ausentes, afirmó que la búsqueda ha sido constante, sin descanso ni tregua.
“Hemos recorrido ranchos, penales, ciudades… sin una sola pista. No nos rendiremos”, sostuvo.
La señora Hilda, madre y tía de desaparecidos, pidió sensibilidad a la población y respeto hacia los materiales colocados. “Es doloroso ver que vandalizan las lonas. Son rostros que podrían ser de sus hijos, sus hermanos. No sean indiferentes”, pidió con el corazón en la mano.
La campaña cuenta con el respaldo de la Comisión Estatal de Búsqueda de Veracruz, y en algunos casos, la Fiscalía General del Estado ofrece recompensas de hasta 350 mil pesos por información que permita localizar a las víctimas.
Los nombres que hoy se gritan con fuerza en las calles de Coatzacoalcos son: Miguel Ángel León de la Cruz, Edgar Alexis Santos Hernández, Rosa Isela Rueda Romero, Gerardo Sánchez de la Cruz, David Rangel Rodríguez, Alejandro de Jesús Orozco Luis y Trinidad Clemente Torres. Sus desapariciones datan de distintos años, algunos desde 2014.
La jornada de difusión no solo se realizará en Coatzacoalcos; el colectivo tiene previsto llevar este esfuerzo a más municipios de Veracruz, buscando sumar más ojos, más voces y más corazones a su causa.
“Solo pedimos que la sociedad no mire hacia otro lado. Hoy son nuestros familiares, mañana podría ser cualquiera”, sentenció una de las madres buscadoras.
La esperanza, aunque herida, sigue viva.
José Vargas