El cantautor mexicano Andrés Obregón, quien recientemente colaboró con Carlos Rivera en el tema La historia jamás contada, cuenta con su propuesta musical personal que tiene una narrativa íntima.
El originario de León, Guanajuato, recientemente estrenó su canción "Todo se va", un homenaje a los recuerdos, las despedidas y la belleza del cambio, que apela a la nostalgia y va muy bien con este sentimiento que permea en estos días, en el marco de Día de Muertos.
Obregón habló con Excélsior de su dedicación a la música y de este reciente sencillo.
"Empecé desde bien chiquito a cantar. Desde que tengo memoria yo era el primito que me ponía a cantar en las reuniones. No fue hasta los 10 o 9 años que empecé a tocar la guitarra y a inclinarme mucho más hacia la música, a soñar con eso. Me visualicé no sólo cantando, sino tocando la guitarra y empecé a componer canciones más o menos a esa edad. Me formé esa imagen de mí mismo como cantautor, dijo Obregón, quien a los 14 años comenzó a producir sus canciones, desde componerlas, cantarlas y hacer sus propios arreglos.
La profesionalización con la música dio inicio. Entonces viajó a la Ciudad de México, estudió música y composición y tocó las primeras puertas.
Lo suyo fue vocación natural, pues no cuenta con familiares dedicados a la música, aunque recordó que a su abuelo le gustaba tocar la guitarra y cantar, mientras que a un tío lo veía componer. Sus padres, aunque ninguno de los dos es músico, siempre fueron muy musicales y gustaban de escuchar baladas en español, un oído que fue formando el de Andrés.
Fue algo muy bonito poderlo descubrir yo solo, sin una predisposición de alguien, fue de manera natural el que me haya acercado a querer tocar el piano y la guitarra, dijo.
La historia de "Todo se va"
"Esta canción tiene un significado profundo para mí. Nace a partir de que fallece mi abuela, la mamá de mi papá, y un año antes justo había fallecido mi abuelo, el papá de mi mamá. Entonces, como que se juntaron muchas emociones no sólo mías, sino de las personas que me rodeaban. Fue una sensación extraña. Volté hacia arriba ya no tenía abuelos en este mundo. Entonces, fueron emociones del duelo, de la nostalgia, se abrió la puerta a una nueva etapa. Me hizo darme cuenta de cómo la vida pasa y cómo de repente ciertos momentos se van y uno crece y cuando uno era chiquito y estaba en casa de la abuela, de repente va a llegar un momento en el que uno no va a volver a pisar esa casa.
"Todos esos recuerdos se van a quedar ahí. Uno lo siente tan cotidiano, el llegar a un lunes a comer o en Navidad y, de repente, todas esas cosas se van, pasan y también uno pasa a diferentes puestos. Cuando fallecen mis abuelos, paso yo a ser la segunda generación. Este tema nace justo de la partida de mi abuela y de todo lo que eso generó pero también trae muy presente el sentimiento de lo finitos que somos; de lo efímera que es la vida, y no lo aborda de una manera negativa, sino desde la perspectiva de saber que la vida es bella y que cada momento tiene un inicio y un fin y que eso le da un valor mucho más bonito a todo, expresó el cantautor.
Andrés Obregón reveló que este sencillo formará parte de un disco que estrenará el año próximo.
"Será un disco muy bonito, muy variado, que tendrá canciones de varias temáticas distintas, agrupadas bajo un concepto muy bonito que estaremios presentando por ahí de febrero del próximo año más o menos, concluyó el músico, quien tendrá una colaboración con Manuel Medrano, una breve gira por Estados Unidos y su presentación en el festival Tecate Comuna, en Puebla, el 22 de noviembre.
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