El 21 de julio se conmemora el Día Mundial del Perro, una fecha dedicada no solo a mimar a nuestras mascotas, sino también a reconocer su valiosa presencia en nuestra vida cotidiana y en la sociedad.
Más allá de las celebraciones, este día invita a reflexionar sobre la responsabilidad que implica tener un perro y la necesidad urgente de enfrentar el problema del abandono, una de las principales amenazas para estos animales.
La propuesta de establecer esta fecha surgió en 2004, con el propósito de rendir homenaje a los perros, fieles compañeros del ser humano a lo largo de la historia. Aunque no existe una explicación oficial sobre por qué se eligió el 21 de julio, algunos expertos creen que se optó por esta época del año porque durante el verano aumenta el número de perros abandonados, especialmente aquellos que fueron obsequiados como cachorros en diciembre y que, al crecer, dejan de ser vistos como "tiernos" por sus dueños.
El Día Mundial del Perro busca visibilizar los problemas del maltrato y el abandono animal, al mismo tiempo que impulsa la adopción y promueve una tenencia responsable. Según la Asociación Mexicana de Médicos Veterinarios Especialistas en Pequeñas Especies (AMMVEPE), en México hay aproximadamente 28 millones de perros, y cerca del 70% vive en condición de calle, lo que coloca al país entre los que tienen mayor número de mascotas abandonadas en América Latina.
El Congreso de la Ciudad de México estima que cada año se abandonan alrededor de 500 mil perros y gatos en todo el país.
Esta situación no solo afecta gravemente el bienestar animal, sino que también representa un riesgo para la salud pública y la seguridad, ya que los perros callejeros están expuestos a hambre, enfermedades, violencia y accidentes, lo que reduce notablemente su esperanza de vida.
Una manera significativa de conmemorar este día es considerar la adopción de un perro, ya que esta acción beneficia tanto a los animales como a la sociedad. Adoptar no solo ayuda a disminuir la población callejera, sino que también brinda una nueva oportunidad a perros que han sido víctimas del abandono, fomentando una cultura de respeto y compasión.
No obstante, adoptar conlleva un compromiso serio y duradero. Por eso, los expertos recomiendan evaluar aspectos como el espacio disponible, los recursos económicos y el tiempo que se puede dedicar al cuidado del animal. También es esencial vacunar y esterilizar a las mascotas, tanto para proteger su salud como para controlar la sobrepoblación.
Quienes ya tienen un perro pueden aprovechar esta fecha para fortalecer el vínculo con su compañero y mejorar su bienestar.
Asimismo, es posible colaborar donando a albergues, participando como voluntarios o difundiendo el mensaje de la adopción responsable. Iniciativas académicas, como las desarrolladas por la UNAM, buscan crear conciencia entre futuros adoptantes sobre las responsabilidades que conlleva tener un perro, promoviendo una cultura de tenencia más informada y comprometida.
EL INFORMADOR