Cuando colocamos la ofrenda de Día de Muertos, un elemento que muchas veces se olvida pero tiene un gran significado dentro del altar es el incienso. Este elemento guarda una gran relación con el motivo de colocar el altar durante estas fechas, y se puede integrar de muchas formas, por ejemplo, con esta receta de incienso de canela casero y natural que te enseñaremos a elaborar a continuación.
El incienso en la ofrenda de muertos tiene una gran importancia, ya que representa la oración y la intención de honrar el alma de nuestros seres queridos que ya no están con nosotros. Además, muchas personas le atribuyen al incienso propiedades para limpiar la energía del lugar y, por lo tanto, recibir a las ánimas en un espacio sereno y libre de mala energía.
Preparar un incienso de canela de forma natural y casera es bastante sencillo. De hecho, solo necesitas dos ingredientes: canela en polvo y agua. Necesitarás mezclarlos en el orden y la proporción correcta para lograr los clásicos conos de incienso que se pueden quemar fácilmente. Además, si lo prefieres, también puedes hacer las típicas varillas de incienso que puedes quemar en la ofrenda o el altar.
Incienso de canela
Ingredientes:
- 3/4 taza de canela en polvo
- 1/2 taza de agua
- Palillos de bambú (opcional)
Pasos:
- Agrega el agua a la canela en un recipiente y mezcla por unos segundos.
- Deja reposar la mezcla por 5 minutos y vuelve a integrarla para formar una pasta.
- Extiende la pasta sobre un plato y deja secar por 5 minutos más.
- Cuando tengas una masa moldeable, utilízala para crear la forma de los conos de incienso.
- También puedes aplicarla en varillas de bambú formando una capa delgada.
- Una vez listos los conos o el incienso en varilla, deja secar por uno o dos días.
- Cómo quemar el incienso de canela

Una vez que tu incienso se ha secado por completo, podrás quemarlo. Es importante que le des el tiempo de secado adecuado, ya que si aún se mantiene húmedo no se quemará bien. Para quemar los conos, colócalos en un plato resistente al calor y, con ayuda de un mechero o un cerillo, enciende la punta; se irá quemando poco a poco sin problema. Lo mismo aplica para las varillas de incienso: colócalas en un lugar estable, ya sea en un incensario o en un vaso con granos como lentejas, frijoles o arroz. Prende fuego a la punta y verás cómo aromatiza tu ofrenda fácilmente.
EL HERALDO DE MÉXICO