En medio de una creciente agitación política en Argentina por las elecciones presidenciales de octubre próximo, un grupo de sacerdotes que sirven en los barrios populares de Buenos Aires se ha unido en una muestra de apoyo y solidaridad hacia el Papa Francisco, el sumo pontífice de la Iglesia Católica.

Este gesto de desagravio surge en respuesta a las controvertidas declaraciones del candidato presidencial libertario, Javier Milei, quien ha dirigido críticas vehementes al sumo pontífice. La misa de desagravio, celebrada en las afueras de la parroquia Virgen de Caacupé, en el pintoresco barrio de Barracas, fue convocada por los "curas villeros", quienes desempeñan un papel crucial en las comunidades marginadas de Buenos Aires y sus alrededores.

En un discurso enérgico, el obispo Gustavo Carrara, vicario general de la Arquidiócesis de Buenos Aires y responsable de la Pastoral de las Villas, subrayó la importancia del mensaje del Papa Francisco, que aboga por un mundo basado en la amistad social y la inclusión de todos los individuos, sin importar su condición.

"El Papa ha sido un faro de esperanza en un mundo lleno de desigualdades. Por esta razón, a menudo, se encuentra en el punto de mira de los agravios y los insultos", declaró el obispo Carrara.

Al concluir la emotiva ceremonia religiosa, los sacerdotes presentes, que sumaban cerca de 70, leyeron una declaración conjunta en la que expresaron su enérgico rechazo a las múltiples declaraciones de Milei que han afectado la reputación del Papa Francisco.

Estas declaraciones incluyen desde agresiones vulgares hasta afirmaciones falsas que difaman la figura del Papa, calificándolo de comunista. Según el comunicado, Milei, el candidato más votado en las elecciones primarias de agosto pasado, ha mostrado un desprecio flagrante hacia la figura del sumo pontífice y sus enseñanzas, hiriendo los sentimientos de la comunidad católica y de aquellos que lo respetan.

"Con asombro, hemos rastreado mensajes en las redes sociales, algunos de los cuales datan de 2017, en los que Milei se dirigía al Santo Padre con insultos y términos vulgares, llegando incluso a utilizar el peor de los términos para referirse a Francisco. Esto va más allá de la mera crítica; es una expresión de odio sin límites", denunciaron los "curas villeros".

En medio de esta controversia, el grupo de sacerdotes plantea una pregunta crucial: ¿Puede alguien con tal desorden emocional soportar las tensiones inherentes al cargo público que aspira? Además, cuestionaron las propuestas de Milei, un economista ultraliberal que aboga por la reducción del Estado y la disminución del gasto público, argumentando que la asistencia estatal es fundamental en las comunidades más desfavorecidas.

"Enaltecer exclusivamente el mercado conlleva a la deshumanización al olvidar a los más vulnerables. Si solo despiertas a los leones, es lógico que se ceben con los corderos más indefensos", afirmaron los sacerdotes, haciendo alusión a la imagen del león que identifica al candidato presidencial de La Libertad Avanza.

Las polémicas declaraciones de Milei sobre Jorge Mario Bergoglio, quien antes de convertirse en el Papa Francisco en 2013 se desempeñaba como arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de Argentina, datan de noviembre de 2020.Sin embargo, han vuelto a tomar relevancia en los medios de comunicación tras las elecciones primarias de agosto pasado.

Durante una entrevista televisiva en ese momento en el programa de la conductora Viviana Canosa —que abiertamente ha simpatizado con la derecha—, Milei se refirió al sumo pontífice con términos despectivos, calificándolo de "el imbécil ese que vive en Roma" y criticando su enfoque de la justicia social, al que considera contrario a los mandamientos debido a su base "en la envidia, que es un pecado capital".

Las acusaciones más graves de Milei van aún más lejos, al afirmar que "el Papa representa al maligno en la Tierra", ocupando el trono de la Casa de Dios y promoviendo el comunismo, algo que él ve como una violación de las Sagradas Escrituras. Mientras algunos lo ven como un defensor apasionado de sus creencias, otros consideran que sus comentarios han cruzado una línea importante en el discurso político y religioso.

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