La revelación pública del contrato entre Cruz Azul y el delantero griego Giorgos Giakoumakis ha provocado una reacción directa desde la cúpula celeste.
En entrevista con ESPN, el presidente del club, Víctor Velázquez, confirmó que se iniciará un proceso legal para sancionar la filtración del documento, el cual incluía una cláusula de confidencialidad que, según afirma, fue vulnerada.
El contrato cuenta con una cláusula de confidencialidad la cual se rompió. Solamente Cruz Azul, MLS, la FMF y el propio jugador contaban con los contratos. Estamos investigando su origen y, en su caso, tomaremos las medidas legales correspondientes”, declaró Velázquez.
La postura oficial del club no apunta contra el periodista David Faitelson, quien difundió la información a través de Faitelson Sin Censura, uno de los espacios digitales de mayor audiencia en México durante 2025, sino contra la fuente que facilitó el documento.
Si por ahí llegamos a saber quién fue el responsable, por supuesto que vamos a actuar con toda la legalidad que nos da esa cláusula y que se hagan respetar ese tipo de contratos”, añadió el directivo.
¿Hasta dónde llega la responsabilidad de David Faitelson tras publicar el contrato de Giakoumakis?
Desde la publicación del reportaje, Faitelson ha defendido la legitimidad de su trabajo periodístico, en un contexto donde la transparencia en las finanzas del futbol mexicano ha sido una exigencia recurrente de la opinión pública. La exposición del acuerdo con Giakoumakis, que según el informe revelado incluye una base salarial de 2.4 millones de dólares anuales más bonificaciones variables por rendimiento, desató una ola de reacciones en redes y dentro del gremio.
Giakoumakis, fichado por Cruz Azul el año pasado tras una destacada campaña con Atlanta United en la MLS, ha marcado nueve goles en 40 partidos con la Máquina. El delantero griego, de 30 años, firmó un contrato vigente hasta 2027. Su llegada formó parte del plan de reestructuración deportiva luego de perder la final contra el América en el Clausura 2024.
La investigación interna en Cruz Azul continúa. Según Velázquez, el objetivo no es silenciar a la prensa, sino garantizar que se respeten los acuerdos contractuales. La postura abre nuevamente el debate sobre los límites del acceso a la información en un entorno deportivo cada vez más vigilado por los intereses legales y financieros.
EXCELSIOR