En un Emirates Stadium expectante y vibrante, el Paris Saint-Germain mostró madurez competitiva, sangre fría y una pegada quirúrgica para llevarse un 0-1 de oro ante un Arsenal voluntarioso, pero sin filo. Ousmane Dembélé marcó el único tanto de la semifinal de ida de la Champions League en los primeros compases, y Gianluigi Donnarumma sostuvo el resultado con una actuación soberbia bajo los tres palos.
PSG pegó rapidó y primero
Fue un comienzo fulgurante del conjunto francés, que se adueñó del balón desde el primer minuto. El gol no tardó en llegar: en el 4', Khvicha Kvaratskhelia desbordó por la izquierda y asistió a Dembélé, quien definió de primera con un disparo seco que besó el poste antes de besar la red.
El Arsenal intentó reaccionar empujado por la intensidad de Bukayo Saka y la verticalidad de Martinelli, pero la zaga visitante, comandada por Marquinhos, respondió con solidez. Cada intento de los 'Gunners' chocaba con un muro parisino. Donnarumma, imperial, empezó su recital: primero con una atajada a un cabezazo de Kiwior, después con una estirada ante Martinelli sobre el cierre del primer tiempo.
El var y donnaruma salvaron al PSG
La segunda mitad fue un calco de la primera, aunque con un breve espejismo local. Mikel Merino había empatado de cabeza en el 47', pero el VAR anuló la acción por un fuera de juego milimétrico. El golpe anímico fue evidente, y el PSG aprovechó para retomar el control del encuentro. Donnarumma volvió a lucirse ante Trossard y Saka, manteniendo la mínima ventaja con firmeza y reflejos.
Los parisinos pudieron incluso ampliar la renta. Primero con un remate cruzado de Bradley Barcola que rozó el poste, luego con un trallazo de Gonçalo Ramos al travesaño cuando ya se cantaba el segundo. Pero el marcador no se movió más.
Los parisinos controlaron el partido
Mikel Arteta introdujo variantes, pero su equipo terminó desdibujado, sin respuestas tácticas ni claridad ofensiva. El PSG, en cambio, supo manejar los tiempos, enfriar el ritmo cuando fue necesario y golpear en el momento justo. Con un Donnarumma inconmensurable y una defensa sin grietas, viajará a París con la ventaja y la confianza de tener la final a tiro.
El Parque de los Príncipes dictará sentencia el próximo miércoles 7 de mayo a las 13:00 horas (del Centro de México), pero por ahora, el campeón francés ha dado un paso firme en su sueño europeo.
EXCELSIOR