Los materiales son esqueletos recortados en madera laqueada y luego intervenidos con grafito; también habrá mariposas suajadas en papel, flores y una composición fotográfica de Sor Juana-Frida.

Desde la década de los 80, ese altar de muertos ha sido una de las más importantes tradiciones de la Universidad del Claustro de Sor Juana; sus primeros montajes estuvieron a cargo del escenógrafo David Antón, quien estableció el parámetro de la gran calidad artística, artesanal y cultural que deben guardar las ofrendas. 

El montaje se lleva a cabo con motivo del Día de Muertos en México, celebración declarada Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 2008. 

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