¿Te acuerdas de esas tristes imágenes que retratan a hermosas animales marinos y aves muriendo a causa de que un objeto plástico se atraviesa en su camino? Pues si las escenas no te han conmovido lo suficiente como para disminuir tu consumo de estos artículos quizá cambies de opinión cuando sepas que científicos encontraron una cantidad alarmante de microplásticos en la sal de mesa.
Sí, así como lo escuchas. Cuando le echas sal a tus pepinos con limón, también podrías estarlos aderezando con pequeños trozos de plásticos sin que te des cuenta y lo mismo sucede con tus papas a la francesa, los taquitos de suadero, la comida que hace tu mamá y el resto de las cosas que llevan sal.
De acuerdo con la investigación realizada por el científico surcoreano Kim Seung-Kyu y especialistas de Greenpeace, consumir 20 gramos de sal al día implica ingerir aproximadamente 2 mil microplásticos cada año.
El estudio encontró que el 90% de la sal que se vende a nivel mundial contiene microplásticos, esto tomando una muestra de 39 marcas distintas de 21 países.
Además, se encontró que la sal marina es la más contaminada con esa sustancia; le sigue la sal de lago y luego la sal de roca. También se halló que la mayor cantidad de microplásticos se encuentra en la sal originaria de Asia
SDP