Lo que desechas sin pensar puede ser la llave que los delincuentes necesitan para vaciar tu cuenta bancaria o suplantarte. Autoridades como la Policía Cibernética de la SSC y expertos en ciberseguridad de McAfee están alertando sobre el resurgimiento del 'Trashing' o 'Dumpster Diving', una técnica aparentemente rudimentaria pero alarmantemente efectiva de robo de datos.
Ya no se necesita hackear complejos sistemas: a veces, basta con revolver la basura de un edificio o hurtar un recibo mal descartado para iniciar un fraude devastador.
¿Cómo funciona el trashing y por qué tu basura es tan valiosa para los delincuentes?
La frase "la basura de unos es el tesoro de otros" adquiere un tono siniestro en el contexto de la ciberseguridad. El Trashing es una técnica que consiste en revisar metódicamente los desechos de personas, empresas o instituciones para obtener información útil con fines delictivos: fraude, robo de identidad, espionaje o extorsión.
Los criminales no actúan al azar. Suelen buscar en contenedores de zonas residenciales o, de manera más sigilosa, en la basura de edificios de departamentos u oficinas. Su objetivo son papeles con datos sensibles: un ticket de compra que muestra los últimos dígitos de una tarjeta y el nombre del establecimiento, un sobre de un banco con tu dirección, una etiqueta de paquetería con tu número de teléfono, o una factura con tu CURP o RFC.
Del bote de basura a la estafa: Tipos de trashing y sus peligros
Este fraude se especializa según la información buscada:
- Trashing Financiero: El más común y peligroso. Se centra en extractos bancarios, tickets de terminal, recibos de pago de servicios. Con estos datos, un estafador puede contactarte simulando ser tu banco, citando transacciones recientes para ganar confianza y solicitarte información crítica o accesos.
- Trashing Personal: Busca nombres completos, direcciones, teléfonos, correos y hábitos de consumo. Esta información se usa para vender bases de datos, hacer phishing personalizado o allanar moradas.
- Trashing Corporativo: Dirigido a empresas. Se busca documentos internos, contratos, listados de clientes o credenciales de acceso desechados negligentemente, lo que puede derivar en espionaje industrial o ciberataques.
- Trashing Digital: La versión moderna. Ocurre al desechar o vender dispositivos electrónicos (USB, discos duros, móviles, impresoras) sin formatear o borrar datos completamente, exponiendo historiales, cookies y archivos personales.
Protección activa, tu mejor defensa contra el Trashing
En un mundo digital, la seguridad física de la información sigue siendo la primera línea de defensa. Protegerte del trashing es una tarea de hábitos conscientes y sencillos. Adoptar la rutina de triturar o rasgar cualquier documento con datos personales antes de desecharlo no es paranoia, es prevención básica.
Optar por facturas y estados de cuenta digitales, revisar regularmente tus movimientos bancarios y formatear profundamente cualquier dispositivo antes de deshacerte de él son prácticas esenciales.
La alerta de la Policía Cibernética y empresas como McAfee es clara: tu identidad puede terminar donde termina tu basura. La responsabilidad de romper ese vínculo peligroso está, literalmente, en tus manos. Ante la duda, destruye el documento. Un minuto de precaución puede ahorrarte meses de disputas por fraude y robos de identidad, evita ser víctima del 'Trashing'.
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