El consumo de refrescos con sustitutos de azúcar, aquellos que las marcas venden en presentaciones "light", podrían ser los responsables de un silencioso deterioro cognitivo en tu cerebro.
El consumo de refrescos ha sido un tema latente en los últimos días para nuestro país, pues el 8 de septiembre se dio a conocer que el Gobierno de México, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), entregó el Paquete Económico 2026 al Congreso de la Unión y se reveló que contiene una Miscelánea Fiscal con cambios a la Ley del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a las bebidas azucaradas. Según declaraciones de la Secretaría de Salud, con este aumento, el gobierno busca disuadir el consumo de este tipo de sustancias.
Todo pareciera indicar que la preocupación de la actual Administración no es una exageración. Un ejemplo claro lo presenta un estudio publicado por la revista Neurology, dirigido por Claudia Kimie, donde se advierte que la ingesta de ciertos sustitutos de azúcar puede acelerar el envejecimiento cerebral.
Dicha investigación tuvo sustento después de evaluar los hábitos alimenticios de más de 12 mil adultos brasileños durante ocho años. Los especialistas encontraron una asociación entre el alto consumo de edulcorantes artificiales y el deterioro cognitivo.
Las personas que consumían al menos una lata de refresco light al día mostraron un deterioro 62 % más rápido en sus habilidades de pensamiento y memoria. Este efecto fue más notorio en dos sectores poblacionales, las personas menores de 60 años y diabéticos, pues además presentaron declive en la fluidez verbal.
Entre los compuestos más asociados con el deterioro se encuentran:
Sin duda, estos hallazgos sugieren un riesgo potencial para la población. La especialista Kimie advirtió: “Los edulcorantes bajos o sin calorías suelen considerarse una alternativa saludable al azúcar. Sin embargo, nuestros hallazgos sugieren que algunos pueden tener efectos negativos en la salud cerebral con el paso del tiempo”.
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