Con los tips adecuados y un poco de atención, ¡así puedes aprender a cuidar las plantas de la lluvia! Si bien el agua es una bendición, también puede convertirse rápidamente en un problema si no se toman las precauciones adecuadas.
El exceso de humedad puede convertirse en el enemigo número uno de nuestras plantas, desde raíces asfixiadas hasta brotes invadidos por hongos, el agua en abundancia puede alterar seriamente la salud de tus arbolitos, flores y arbustos.
Cuando las nubes se apoderan del cielo, ¡no todo está perdido! Si sabes cómo actuar, puedes transformar este clima lluvioso en un gran aliado para el crecimiento de tus plantas. Aquí te damos consejos prácticos, fáciles de aplicar y muy efectivos para proteger tus plantas y flores favoritas de los estragos del agua excesiva de la lluvia.
¿El agua de lluvia es buena para las plantas?
Sí, y mucho. El agua de lluvia es considerada una de las mejores fuentes de hidratación para las plantas. A diferencia del agua de grifo, no contiene cloro ni otros químicos que pueden dañar o alterar el pH del suelo.
Además, suele tener un contenido más alto de nitrógeno, lo cual favorece el crecimiento vegetal. Pero como todo en la vida: los excesos no son buenos.
Cuando la lluvia cae sin parar durante días, el suelo se satura y ya no puede absorber más agua. Aquí es cuando comienzan los problemas y pueden hacer que las plantas enfermen: raíces sin oxígeno, aparición de hongos y un ambiente propicio para bacterias.
¿Las lluvias pueden ahogar a las plantas?
Definitivamente, el término “ahogarse” en jardinería es más literal de lo que parece. Las raíces necesitan oxígeno para funcionar correctamente, y cuando el suelo está demasiado húmedo, el oxígeno es desplazado por el agua.
Las señales de que tus plantas están “ahogadas” incluyen hojas amarillas, tallos blandos, moho en la superficie del sustrato y, en casos extremos, un olor desagradable a pudrición.
¿Cómo proteger tus plantas de la lluvia?
Lo ideal es que el suelo donde están las plantas tenga una textura porosa, por lo que para facilitar el drenaje, puedes mezclar tierra con perlita, arena gruesa o corteza de pino.
Usar jardineras altas para que los encharcamientos no afecten a las plantas.
Usa macetas con orificios grandes y abundantes en la base. Si puedes, elige aquellas con materiales como la cerámica sin esmaltar o la terracota, que permiten que el agua se evapore con más facilidad.
Evita los platitos recolectores de agua, especialmente si no los vacías regularmente.
Para aquellas plantas que no toleran bien la humedad, como las suculentas, cactus o algunas aromáticas, lo mejor es trasladarlas a lugares cubiertos o bajo techos.
Después de una lluvia intensa, revisa tus plantas y corta hojas o ramas que estén blandas, negras o manchadas. Esto evitará que se propaguen hongos o enfermedades al resto de la planta.
El acolchado puede ser un gran aliado para regular la humedad, pero en temporada de lluvias conviene evitarlo si retiene demasiada agua.
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¿Cómo saber si la plantas tienen un exceso de agua por las lluvias?
- Hojas que cambian de color (amarillo, marrón o translúcido)
- Caída prematura de hojas o flores
- Tallos blandos al tacto
- Presencia de hongos blancos o verdosos
- Agua estancada en la superficie del sustrato
- Mal olor en la base de la planta
¿Debo cubrir mis plantas cuando llueve?
Depende. Si se trata de una lluvia moderada y tienes buen drenaje, no hay problema; pero si el pronóstico anuncia varios días de tormentas, lo más sabio es tomar precauciones.
Puedes utilizar plásticos perforados, toldos de jardín, sombrillas recicladas o incluso paraguas grandes para cubrir temporalmente tus plantas. Aunque también cuida no tapar por completo la entrada de luz.
¿Listo para enfrentar la temporada de lluvias y tus plantas sobrevivan hasta el final del verano? ¡Pon en práctica estos consejos! Además, recuerda que también puedes apoyarte de las plantitas para absorber la humedad en casa.
EXCELSIOR