El movimiento del planeta Tierra alrededor del Sol es fascinante. La Tierra se mueve alrededor del sol a través de una trayectoria elíptica, tal viaje recibe el nombre de movimiento de traslación, al mismo tiempo que también rota sobre su propio eje, movimiento al que le llamamos de rotación, y la interacción de estos dos movimientos es la causa que nuestro planeta se incline sobre el eje de rotación dos veces al año.

En el primer momento en el año el eje se inclina 23.4° alejando uno de los polos respecto al sol y con esto alejándose del ecuador. Es el primer solsticio que acontece el día 21 de junio y el 21 de diciembre en un segundo momento. Así que, los solsticios, son los momentos del año en los que el Sol alcanza su mayor inclinación hacia el norte o el sur, relativa al ecuador, en el cielo. Por ejemplo, en este primer momento tenemos un solsticio verano para hemisferio norte y un solsticio de invierno para hemisferio sur. En el hemisferio norte tenemos un día muy largo y una noche corta y en el hemisferio sur tenemos una noche muy larga y un día corto.

El equinoccio ocurre también dos veces al año: entre el 19 y el 21 de marzo y entre el 21 y el 24 de septiembre. Este momento nos indica el inicio de la primavera y del otoño en cada uno de los hemisferios terrestres. Debemos suponer que, en estos dos momentos característicos, la distancia del ecuador respecto al sol es máxima, es decir, el sol se ubica sobre el plano ecuatorial de la Tierra. Este fenómeno es llamado equinoccio, en este momento la noche y el día duran igual. La palabra equinoccio proviene del latín aequinoctium (aequus nocte), que significa "noche igual”.

Por su parte la palabra solsticio viene del latín solstitium y está formada por dos palabras: Sol y statum (estático), stare (detenerse) o sistere (quieto), haciendo referencia que el Sol parece no cambiar de trayectoria en el cielo durante varios días alrededor de las fechas correspondientes a los solsticios.

Tanto el solsticio como el equinoccio se han tomado como señales para nuestros antepasados, señales que nos indican cuándo cambia la estación: primavera, verano, otoño e invierno. El solsticio de verano es el día más largo del año, y el de invierno es el día más corto. Los equinoccios son los días en los que el día y la noche duran lo mismo.

¿Lo hemos explicado bien? Esperamos que sí. Si quieres saber más, escríbenos en los comentarios o al correo pregonesdeciencia@uv.mx

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Una colaboración de la Dirección General de Investigaciones de la Universidad Veracruzana y Oliva Noticias Multimedios. Por una cultura científica común.

Escribieron: Dra. Patricia Padilla Sosa y Dr. Héctor Hugo Cerecedo Núñez de la Facultad de Física UV.

Producción y Edición: Dra. Gladis Yañez Garrido, Dirección General de Investigaciones UV.

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