¿Qué sientes al ver cada vez menos naturaleza a tu alrededor? Estamos llegando a punto de no retorno en la transformación del planeta. Es necesario alzar la voz, pero no todos tenemos los medios para hacerlo. Muchas personas han dejado su vida en el activismo por la conservación de los ecosistemas para las generaciones futuras. Estas personas son conocidas como “ambientalistas”, “ecologistas” o “activistas ambientales” entre otros. 

Pero este fenómeno no fue necesario en toda la historia de la humanidad hasta hace muy poco. El interés temprano surge a principios del siglo XIX, como respuesta al aumento de los niveles de contaminación por humo en la atmósfera durante la Revolución Industrial. A partir de este salto de la humanidad la contaminación atmosférica, de los cuerpos de agua, la deforestación y la modificación del paisaje sin precedentes, no se ha frenado.

El movimiento ambiental tiene carácter internacional, está representado por una variedad de organizaciones y varía de un país a otro. Debido a que las creencias que promueven son diversas, en ocasiones extremas y/o de naturaleza especulativa, los movimientos ambientalistas no siempre cuentan con un buen prestigio social o respaldo académico.

En la actualidad uno de los movimientos más fuertes, es el que solicita acciones para frenar el problema climático global, cuyas consecuencias estamos viviendo pero que podrían llegar a un punto irreversible en un par de décadas si no se toman acciones planetarias.

En su sentido más amplio, los activistas de movimientos ambientalistas pueden ser ciudadanos comprometidos, profesionistas, políticos, científicos, organizaciones sin fines de lucro… en fin, cualquiera de nosotros que quiera representar una causa. Los ecologistas han tenido un gran impacto en nuestras vidas, pero la mayoría de las personas no los conocen. Por ello mencionaremos a diez y su principal impacto.

Empecemos con nuestro favorito Henry David Thoreau (1817-1862) filósofo, escritor y activista estadounidense. Fue de los primeros y sigue siendo uno de los más influyentes. En 1845, desilusionado con los grandes cambios en la forma de vida urbana, se dispuso a vivir de otro modo. Construyó con sus propias manos una pequeña casa a la orilla del lago Walden Pond en Massachusetts. Ahí vivió durante dos años una vida de absoluta simplicidad, parte de su experiencia se refleja en su obra “Walden” o “Una vida en el bosque". Thoreau también escribió una pieza política influyente llamada “Desobediencia civil” que describe la bancarrota moral de los gobiernos dominantes.

Es común que los activistas ecológicos también se preocupen por otros ideales tales como: la justicia social, los derechos humanos y el buen gobierno, ya que estos se relacionan íntimamente con la conservación de la naturaleza.

Theodore Roosevelt (1858-1919) es uno de los mayores activistas de la preservación de la vida salvaje en la historia, a pesar de la contradicción de ser un aficionado a la caza. Prohibió el uso de plumas como adorno de ropa para evitar la matanza de aves, reservó grandes extensiones de áreas silvestres, buscó activamente la conservación del suelo y del agua, creó más de 200 bosques, monumentos, parques y refugios de vida silvestre en Estados Unidos durante su gobierno.

Rachel Louise Carson (1907–1964) es considerada como la fundadora del movimiento ambiental moderno. Bióloga estadounidense dedicada al estudio de la vida silvestre. Escribió varios libros, pero su trabajo más famoso es "Primavera silenciosa" publicado en 1962.En esta obra describe el efecto devastador que los pesticidas tienen en el medio ambiente. A pesar de que las compañías químicas y otras empresas lo ridiculizaron, las observaciones de Carson demostraron ser correctas y los pesticidas como el DDT finalmente fueron prohibidos.

Gaylord Nelson (1916–2005), político estadounidense, después de regresar de la Segunda Guerra Mundial, se dedicó al activismo ambiental por el resto de su vida. Promovió el uso la conservación de miles de kilómetros de áreas verdes. Promovió legislación ambiental más adecuada y fue el fundador del Día de la Tierra, una de las celebraciones internacionales en materia ambiental más importantes.

Wangari Maathai (1940–2011), bióloga, activista ambiental y política de Kenia. Fundó el movimiento “Cinturón Verde” en África y ayudó a plantar más de 30 millones de árboles, proporcionando puestos de trabajo, evitando la erosión del suelo y promoviendo la obtención responsable de leña. Recibió el Premio Nobel de la Paz en el 2004, mientras continuaba luchando por los derechos de las mujeres, los oprimidos políticos y el medio ambiente.

Francisco Alves Mendes Filho “Chico Mendes” (1944–1988) se esforzó por salvar las selvas tropicales de Brasil de las actividades de la tala y la ganadería. Provenía de una familia de recolectores de caucho, que complementaban sus ingresos recolectando nueces y otros productos de la selva de manera sostenible. Alarmado por la devastación de la selva amazónica, buscó apoyo internacional para su preservación. Sus actividades, provocaron la ira de los poderosos intereses de la ganadería y de la extracción de madera, por ello fue asesinado impunemente a los 44 años.

Julia "Butterfly" Hill (nacida en 1974) es una de las ambientalistas más comprometidas con vida. Después de casi morir en un accidente automovilístico en 1996, se dedicó a causas ambientales. Hill vivió en las ramas de un antiguo árbol de secoya durante dos años para salvarlo de la tala. Tan sólo el hecho de salvar un árbol centenario se convirtió en una causa internacional y ejemplo de lo que podemos lograr.

Berta-Cáceres (1971-2016) activista feminista y medioambiental, líder del movimiento en contra de un proyecto hidroeléctrico en Honduras, que afectaría los recursos de la comunidad donde se instalaría. La activista fue asesinada en 2016 en su propia casa por motivos relacionados con su lucha.

Arturo Gómez-Pompa (nació en 1934), biólogo y botánico mexicano, académico, profesor e investigador que se opuso a la deforestación de la región del Uxpanapa, fundó Reserva Ecológica El Edén A. C. y que junto con otros académicos ha asesorado y promovido la conservación de especies silvestres. En décadas en que esto representaba un riesgo mayor para la propia seguridad ante las prioridades de los gobiernos autoritarios que perseguían modelos de desarrollo con intereses opuestos a la conservación ambiental.

Al respecto en nuestro país existe una larga lista de luchadores ambientalistas, sin embargo, no se visibiliza, convirtiéndose en una actividad cada vez más peligrosa. En 2018 fueron asesinados al menos 14 ambientalistas y en este año van 12.Muchas veces no se sabe casi nada de ellos hasta que son asesinados.

La situación es similar en muchos países con excepción de Estados Unidos, Canadá y los que pertenecen a la Unión Europea. El año pasado fueron asesinados 164 defensores de la tierra, más de la mitad en América Latina. No se tienen datos de cuantos han sido silenciados, amedrentados o comprados.

Los países más peligrosos para hacer activismo ambiental son: Filipinas (con 30 asesinatos en el 2018); Colombia (24); India (23); Brasil (20); Guatemala (16), y México (14). La mayor parte de estos asesinatos se relacionan con oposiciones a la minería, la agroindustria y la protección de las fuentes de agua.

A los asesinatos y acciones coercitivas se le suma la impunidad debida a la falta de acción por parte de las autoridades que deberían promover la justicia. En muchos países esto va más allá, el Global Witness (una organización no gubernamental internacional que trabaja para romper los vínculos entre la explotación de los recursos naturales, el conflicto, la pobreza, la corrupción y los abusos de los derechos humanos en todo el mundo), encontró una relación entre las fuerzas de seguridad gubernamentales con 40 de los 164 asesinatos.

El activismo ambiental en los países mencionados es prácticamente ilegal, compromete la seguridad no sólo del activista, sino de su familia y su patrimonio. Las historias son modificadas por muchos medios para crear sospecha en la población, siempre con la misma tendencia. Entre los indignantes casos más recientes en nuestro país están: el asesinato del campesino y comunicador social Samir Flores Soberanes, el de la Bióloga Nora Patricia López León y el del conservacionista José Luis Álvarez Flores.

Por ello los ejemplos más carismáticos de los luchadores ambientales se toman de países donde la libertad goza de mejor salud, esto nos lleva a el siguiente y último ejemplo: Greta Thunberg (nació en el2003) es una activista medioambiental sueca, centrada en los riesgos planteados por el cambio climático. Es parte de un fenómeno mundial nunca visualizado, una generación de adolescentes que están alzando la voz para pedir que se frenen las injusticias sociales y ambientales que amenazan la paz y la supervivencia del planeta.

¿Quieres saber más? Acompáñanos el 30 de noviembre en el Museo de Antropología de Xalapa con la Mtra. Ana Valderrama del Proyecto Aves y Moras, quien nos compartirá la charla-taller “El súper poder de cambiar: Greta Thunberg”, en la cual por medio del cuento nos hablará del cambio climático, tomado como ejemplo a la lucha política de la activista adolescente.

Te esperamos a las 11:00 de la mañana.La entrada es totalmente gratuita y está dirigido al público de todas las edades.

Informando con Ciencia para Oliva Noticias Multimedios.

Gladis Yañez y Rodrigo López

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