Orizaba, Ver.- Usuarios del servicio hospitalario provenientes de diversas comunidades de la región de las Altas Montañas alzaron la voz para denunciar las precarias condiciones en las que se encuentra el Hospital Regional de Río Blanco, así como otros centros de salud en municipios como Zongolica, donde la situación es igualmente crítica.
Los inconformes manifestaron que la infraestructura médica en la región se encuentra en un estado deplorable, sin mantenimiento adecuado, con escasez de medicamentos, personal insuficiente y condiciones indignas para brindar atención de calidad.
“No hay agua, no hay medicinas, y si hay doctores, están saturados. Así no se puede hablar de salud digna”, expresó una ciudadana, reflejando el sentir generalizado de las comunidades serranas que dependen de estos servicios.
En el caso del Hospital de Río Blanco, considerado un centro de referencia para poblaciones indígenas y rurales, los problemas van desde la falta de agua en sanitarios hasta la ausencia de equipo básico para emergencias.
“No hay ni manguera para un incendio, y aunque la hubiera, no serviría de nada porque no hay agua”, reclamaron.
Ante este panorama, la población exigió a la gobernadora Rocío Nahle y a las autoridades del sector salud que cumplan las promesas realizadas en campaña, donde se comprometieron a poner a los pobres como prioridad y garantizar salud digna a los pueblos originarios.
“La salud no puede esperar. Necesitamos hospitales dignos, medicamentos y médicos disponibles, no más abandono”, reiteraron los manifestantes.
Juan José Enríquez