Orizaba, Ver.- Con una multitudinaria participación de fieles y la presencia de 18 obispos y arzobispos de diferentes regiones del país, la Diócesis de Orizaba celebró este viernes sus primeros 25 años de existencia.
La Catedral San Miguel Arcángel se vistió de gala para conmemorar este acontecimiento con una solemne misa presidida por el Nuncio Apostólico en México, Joseph Spiteri.
El obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, encabezó la ceremonia, en la que estuvo acompañado por obispos provenientes de Puebla, Oaxaca, Querétaro y el Estado de México, quienes concelebraron la eucaristía en un ambiente de fe y agradecimiento por el crecimiento pastoral de la diócesis.
Durante el acto religioso se rindió homenaje a los dos pastores que precedieron a monseñor Cervantes. Se recordó con cariño al primer obispo de Orizaba, Hipólito Reyes Larios, quien más tarde fue nombrado arzobispo de Xalapa y falleció en 2021, así como a Marcelino Hernández Rodríguez, segundo obispo de la diócesis, quien no pudo asistir por motivos de salud.
A ambos se les reconoció por su labor a favor de las comunidades indígenas, rurales y urbanas que integran la Diócesis.
Las celebraciones iniciaron con la develación de una placa conmemorativa dentro de la catedral, que lució completamente adornada y abarrotada por feligreses provenientes de todos los decanatos.
Posteriormente, se llevó a cabo una procesión litúrgica con la participación de obispos, arzobispos y sacerdotes.
Tras la liturgia, los prelados se trasladaron a otra iglesia de la ciudad para un convivio privado, mientras que en el atrio de la catedral, los fieles compartieron alimentos al ritmo de música de mariachi, como parte de la celebración popular.
Para cerrar la jornada festiva, se tiene programado un baile comunitario en los alrededores de la catedral, donde se espera que continúe el ambiente de fraternidad entre autoridades eclesiásticas y creyentes.
La Diócesis de Orizaba fue erigida el 15 de abril de 1998 por el Papa Juan Pablo II y desde entonces ha sido un referente espiritual en la región.
Juan José Enríquez