Orizaba, Ver.- A pesar de los incrementos en los costos de la carne de cerdo y los insumos, los restauranteros del ramo han sacrificado sus utilidades con el fin de mantener los negocios abiertos y no afectar a los empleados, pues aseguran las cosas están más difíciles para todos, lamentó el comerciante Francisco Amador Damián.
Detalló que en los últimos siete meses la carne de cerdo se incrementó hasta en casi un 100 por ciento pues de mediados de enero a agosto, pasó de 32 pesos a 62 el kilogramo, además de los insumos y productos de la canasta básica que son esenciales para la preparación de alimentos, sin embargo estos incrementos no pueden reflejarlos de la misma forma en las cartas, pues deben mantener la clientela para seguir generando empleos.
“A mediados de enero estaba la carne a 32 pesos, hoy estamos comprando en 62 pesos el kilo, se incrementó casi un 100 por ciento y no sólo eso, también la canasta básica y por ende los insumos, compramos frijol y aceite para consumir en nuestro negocio y el precio se ha visto bastante elevado, nos ha pegado fuertísimo”.
Agregó que, aunque han incrementado los precios al consumidor final, los aumentos son mínimos, pues prefieren sacrificar ganancias en lugar de clientes.
“Hemos incrementado en algunos locales el precio, porque la verdad ha costado para seguir adelante, seguimos trabajando, estamos y tratamos de que esto siga adelante, ganamos menos, pero lo que no queremos es cerrar una sucursal más, porque no queremos perjudicar a nuestros empleados, que en realidad vemos como se la rifan con uno desde temprano hasta la tarde para poder salir a delante”.
Sobre las ganancias sacrificadas, dijo que representan hasta un 80 por ciento, “Aunque no lo crean pueden verificar en el SAT cuáles son nuestras utilidades y como se han visto ya mermadas, pero aun así he platicado porque este negocio en donde muchos hacen carnitas y chicharrones saben cómo ha afectado el precio y que también tengamos que hacer un incremento, no al 100 por ciento como nos han subido los insumos, sino los hemos subido y hemos sacrificado nuestras ganancias”.
Juan José Enríquez