Orizaba, Ver.- Sujetos desconocidos derribaron un árbol de la especie pino hartwegii de aproximadamente 400 años de edad, conocido como “el Viejo Guardián Poyauhtecatl”, por lo que ambientalistas denunciaron el ecocidio por las redes sociales.
De acuerdo con el coordinador del proyecto Salvemos al Pico de Orizaba, Ricardo Rodríguez Deméneghi el hecho se registró la semana pasada en la zona de Texmalaquilla, Puebla, sin que nadie se diera cuenta.
“Ese árbol, ubicado a unos 4 mil metros de altura, era una deidad, ahí se iban a poner ofrendas y las señoras le llevaban tributos o reverencias, como le dicen”.
Rodríguez Deménegui indicó que hay zonas que tienen algún simbolismo, como “La Guardiana del Jamapa” y en alguna ocasión la gente de por ahí le permitieron acompañarlos para presenciar las ceremonias que hacían al pie de ese árbol que era muy especial para ellos, incluso en una ocasión le permitieron documentar eso.
Comentó que por ejemplo, algunas ceremonias que se hicieron por el inicio del siglo, se llevaron a cabo junto a ese pino, en donde en otra ocasión llegaron unas sacerdotisas mayas a rendirle tributo e incluso unos monjes tibetanos acudieron al Parque Nacional y al ver ese árbol realizaron ahí un ritual.
Mencionó que esa situación le llamó la atención, pues se trataba de diferentes religiones o formas de ver al mundo, sin embargo coincidían en ese punto, por lo que espera que no haya repercusiones por el simbolismo que en la cosmogonía tenía ese pino.
Explicó que el viernes pasado pasó por el camino al Telescopio Milimétrico y aún vio al Viejo Guardián ahí, a un lado del camino, del que en su momento se modificó el trazo para no derribarlo.
Comentó que algunos lugareños ya habían alertado de que el pino estaba siendo descortezado por pastores, que ocupan la corteza para tener ocote para fuego y a su vez esto provoca que el árbol se vaya secando.
El entrevistado alertó a las autoridades de Puebla a actuar porque sin duda esto podría traer consecuencias sociales graves al haber derribado un árbol de suma importancia.
Juan José Enríquez