El 11 de septiembre de 2018 compartí las siguientes líneas: “Un factor que afecta la vialidad en nuestra ciudad tiene que ver con el modus operandi que han asumido algunos taxistas al usar las paradas de camiones y otros lugares como lugares de “sitio”, con las consecuencias terribles que eso implica, perjudicando tremendamente la vialidad y causando molestia a los ciudadanos. Si se cree muy necesario que los taxis tengan lugares de “sitio”, pues que se implementen en la ciudad, que se pongan en lugares donde no afecten ni a paradas de camión ni a la circulación, que se instale suficiente señalética y que ciudadanos y transportistas respeten dichos espacios”.  

Suscribo cada palabra de lo arriba escrito y que después de 6 meses sigue siendo una problemática que aqueja a la ciudadanía, sin que la autoridad de la administración pasada hubiese hecho algo y a la actual, apenas se le notan ganas de tomar cartas en el asunto.

Un tema que no abordé en ese entonces y ahora lo hago, es el que tiene que ver con el servicio que prestan algunos taxistas en modalidad de “colectivo”. Cobran cierta cantidad a las personas que se reúnen para abordar la unidad y los llevan a un destino en común, que por lo regular corresponden a colonias de la periferia, congregaciones y municipios cercanos. Un servicio, que hay que decir, está prohibido por el reglamento que regula el transporte público en la modalidad de taxi. Pero ¿qué es lo que ha llevado a los taxistas a ofrecer dicho servicio? Por el diálogo con algunos de ellos y sus dirigencias, hay varios factores que les han orillado a brindar el servicio de “taxi colectivo” o “directo”, como prefieren llamarlo ellos.

El primer argumento tiene que ver con el número excesivo de taxis que están adscritos a Xalapa y la zona metropolitana, se habla de un número que ronda en las 5 mil unidades. Son tantos que andar por la ciudad generaría un enorme caos vehicular, al que ya de por sí impera. Otro factor tiene que ver con el alto costo de la gasolina y su constante incremento, que les complica el poder reunir la cantidad diaria, misma que corresponde a la entrega de “cuenta al patrón”, el llenado del tanque de gasolina y lo que les quede de ganancia. Una justificación más, corresponde a que por años las autoridades no han creado nuevas rutas del servicio colectivo, a pesar el enorme crecimiento de la ciudad, el surgimiento de nuevas colonias. En Xalapa siguen existiendo sólo 4 rutas de colectivos, que las ubicamos por sus colores: amarilla (Centro-Corona), azul (Zona UV-Tesorería), café (Estación-Zona UV) y roja (San Bruno-Centro). Y quizá el factor más importante, es que la ciudadanía está demandando el servicio, lo solicitan porque se quejan del deficiente transporte urbano, que en ocasiones no llega hasta sus colonias.

De tal manera, hay una demanda por parte de la sociedad, hay oportunidad de los taxistas para ofrecer ese servicio y debe haber la voluntad y disponibilidad de la autoridad competente para abordar el asunto y darle una satisfactoria solución para todas las partes involucradas. Porque es mejor regularizar el servicio conforme al reglamento, que vivir en una simulación y constante violación de este.

En mi opinión la solución sería que se permita el servicio de colectivos a todos los taxistas y mejor aún, que las organizaciones que quieran participar formen sus cooperativas y brinden el servicio mediante camionetas tipo van, en nuevas rutas que la autoridad competente trace para la ciudad y la zona metropolitana. Y que se exija a todos los concesionarios del transporte urbano que hagan eficiente y de calidad su servicio a la sociedad. De lo contrario, los trabajadores se organizarán y empezarán a autorregularse, esto solo traerá abusos de la organización que llegue a obtener el control de futuras rutas. De ser así, una vez más, las autoridades serán rebasadas y atacar el problema costará mucho. Solo observen el caos en CAXA, pasan y pasan los años y cada quien hace lo que quiere.

***De Chiripa: Será la primera vez, en toda la historia del Carnaval de Veracruz –de los más importantes del país- que el gobernador en turno no lo apoye. Por tintes políticos, venganzas personales o por lo que sea, pero mal hace el Gobierno en hacerse a un lado de tan gran evento y lo que es peor, que justifique su no participación mediante mentiras y calumnias. Se decía cercano a la gente. Incluso los “fifís” se adherían al festejo, ¿por qué el gobernador no? ¿A poco ya no le gusta estar entre la gente?