El problema del robo de las gasolinas era conocido por todos, el gobierno federal lo combatía, pero sin duda que era rebasado, pues el combate iba hacia los grupos delictivos que ordeñaban los ductos y distribuían la gasolina robada y no se investigaba o hacia nada contra la red de corrupción interna que operaba en Pemex y otras dependencias.  

El presidente Obrador durante la campaña fue muy claro y enfático en señalar que el problema no solamente residía en quienes practicaban el “huachicol”, sino que los verdaderos criminales eran los de “cuello blanco” que operaban desde la cúpula de la paraestatal y del mismo gobierno federal.  

Nadie, en su sano juicio, podría estar en contra del combate al robo de gasolinas, pues las cifras son escandalosas, el robo de combustibles le provoca al estado unas pérdidas de 60.000millones de pesos al año, unos US$3.000 millones. El presidente debe contar, en ese sentido, con todo el respaldo del gobierno en sus tres niveles y de los demás poderes de la unión. Los ciudadanos mismos, tendrán que participar evitando ser parte de la corrupción, del delito, al consumir el combustible robado.

La estrategia de cerrar las válvulas de al menos cuatro de los 13 oleoductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), parece no haber sido la acertada y ha generado un desabasto en estados como Michoacán, Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco, Querétaro y Tamaulipas. Si bien el objetivo fue evitar que las bandas de “huachicoleros” (ladrones de combustible) extrajeran gasolina de los ductos, el no contar con una estrategia alterna de suministro de combustible hacia las gasolineras, para surtir del combustible a los vehículos de los ciudadanos, ha generado pánico y una psicosis colectiva, que no está dejando bien parado al gobierno federal y al mismo presidente Obrador.

El presidente Andrés Manuel ha afirmado que existe suficiente gasolina en el país; pidió a la población que actúen con prudencia, serenidad, sin caer en pánico, sin hacer caso a información alarmista y tendenciosa. También solicitó a los ciudadanos que si no tienen nada a qué asistir a las gasolineras no vayan.  

Una vez más parece que el presidente Obrador y su gobierno actúan por ocurrencia, aunque de buena fe –hay que decirlo-, pero no basta eso para solucionar los grandes problemas que aquejan al país. Ojalá que el gobierno federal rectifique su estrategia de combate al “huachicol” y a la corrupción que impera en Pemex, para que los ciudadanos de los estados afectados puedan seguir con su vida ordinaria y no sufran el desabasto y las consecuencias que eso genera. Sin duda alguna, estos días han reflejado que los programas, políticas y estrategias pueden no estar bien planteadas, por lo tanto, es menester seguir cada una de las propuesta de AMLO, para evitar este tipo de situaciones.

***De Chiripa: En el Congreso del Estado siguen cometiendo muchos errores, muestra de la ignorancia e incapacidad de quienes lo encabezan y tienen mayoría. En el Congreso y fuera de él hay asesores totalmente capacitados, con basta experiencia, con pleno conocimiento de los procesos legislativos, la normatividad interna y las leyes, gente comprometida con el estado y que trabajan de manera institucional, más allá de los colores partidistas. Ojalá que los legisladores que presiden tanto la Mesa directiva como la Junta de Coordinación Política se dejen ayudar por esos asesores y así dejen de cometer errores garrafales.

Por: César Jiménez Martínez