Dos mil dieciocho año de triunfos y de derrotas; año de la llegada a la presidencia de López Obrador y su Cuarta Transformación; año del regreso del PRI a los sótanos de la política y de apenas la sobrevivencia del PAN en la escena nacional; año en que Morena arrasó a nivel nacional en la elección pasada, posicionándose como la fuerza política número uno en el país, teniendo por debajo a todas las demás.
En el año que se nos fue, el país apostó al cambio no sólo de régimen, sino del sistema político; un cambio en el que alrededor de 30 millones de mexicanos pusieron su esperanza y desean no ser defraudados. Morena llegó y no se querrá ir tras varios periodos electorales. Por fin, el eterno candidato se vuelve una institución y tendremos que aprender a vivir o sobrevivir con ello.
En dos mil dieciocho, las dirigencias de los partidos políticos del PRI y del PAN hicieron todo para desaparecer, apostaron a la división, a la pugna interna, a la lucha por el control de sus partidos, teniendo como resultado la gran derrota, el desprecio y castigo de los ciudadanos. Hoy son partidos que tienen que reinventarse, reagruparse, transformarse, deben ser la oposición que México necesita y ser contrapeso, aunque menor, de Morena. Del PRD ni hablar, simplemente está extinto, a punto de desaparecer.
En 2018 el país no colapsó, el país se salvó de los movimientos telúricos, pero vivió la gran irrupción del Movimiento de Regeneración Nacional en los triunfos que registró en todo el país. En Veracruz con una votación histórica, en su segundo intento, Cuitláhuac García llega a la gubernatura, con la mayoría del Congreso Local. No fue una derrota de Miguel Ángel Yunes Linares, tampoco de su hijo, fue un triunfo de López Obrador, pero no del actual gobernador.
El año que despedimos, ha sido un año de acontecimientos inéditos, como la reaparición de la maestra Elba Esther Gordillo bañada de inocencia, pero también de impunidad; la irrupción al territorio nacional de caravanas de migrantes; la absolución general del Presidente Obrador al ex presidente Peña y a todo su gobierno, les ofreció perdón y olvido; las diferencias notorias entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial por cuestiones de salarios y percepciones; la muerte por accidente aéreo de la gobernadora de Puebla y de su esposo, Senador de la República.
A nivel local, ha sido inédito, el enfrentamiento entre quienes encabezan los Poderes Ejecutivos y Judicial; entre el gobernador, junto con el secretario del gobierno, y el Fiscal General del Estado; la división de Morena en el Congreso Local, que provocó la intervención del mismo Obrador. Incluso el desprecio y lejanía de un sector de Morena, incluido el gobernador, hacia la figura y persona del alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez.
En el mundo deportivo, 2018, año de la gran derrota del Cruz Azul, otra vez y el gran triunfo del América, otra vez. Año del mundial y la participación de México, con las victorias inesperadas y el “ya merito”, otra vez.
Deseo a todos los que me leen, en este espacio, que el 2019 sea un año lleno de éxitos y prosperidad. Para México y Veracruz, que sea un año de sólo triunfos y de cero derrotas.
*** De chiripa: El ejército tiene ley a modo; construirá parte de Santa Lucía y condominios habitacionales; andará en las calles del país vestido de Gendarmería; tomó el control de la refinería de Salamanca y veremos de qué más; sin querer queriendo y sin darnos cuenta, el Presidente Obrador está militarizando al país. Que se cuide de una toma de Palacio Nacional y de los Poderes de la Unión.
Por César M. Jiménez Martínez