No es tema menor que las referencias de la gobernadora Rocío Nahle a Cuitláhuac García sean mínimas, tampoco es coincidencia. Su gobierno fue tan impresentable que dejó varias "papas calientes" que tomarán más de un año matizar.
La presidenta Sheinbaum no evita en algún momento referirse a su antecesor, y cuando lo hace, lo efectúa con respeto y gratitud, no por ser el mentor de la 4T, sino porque a su parecer, las acciones de AMLO no le dejaron empantanado el camino para trabajar.
En Veracruz no ocurrió así. El gobierno de Cuitláhuac García es el segundo más señalado a nivel nacional por la Auditoría Superior de la Federación, sólo atrás del correspondiente a Jalisco. Los boquetes financieros que el hoy titular del Cenagas dejó en Veracruz resultan alarmantes.
El gobierno de Cuitláhuac García se consolida como la principal mancha del morenismo a nivel nacional, y aunque quisiera, Nahle no podría hacer mucho para evitar que su antecesor quedara expuesto, y por ello, tuvo que proceder con denuncias.
Los presuntos daños patrimoniales (hasta el momento) del gobierno de García se registran en Espacios Educativos, DIF Estatal, Conalep y Educación para Adultos, sin considerar los ya revelados tanto en Secretaría de Salud como en Infraestructura y Obras Públicas.
Cuitláhuac García acabó llevando los destinos del Cenagas por encargo de la presidenta Sheinbaum, pero como concesión a López Obrador y no por convencimiento personal. El peligro está en que no destroce dicho organismo tal como lo hizo con Veracruz.
En presidencia tienen claro el desastre financiero que Cuitláhuac García dejó en su estado, y por ello, su entrada a Palacio Nacional se encuentra restringida, salvo caso estrictamente necesario.
Veremos qué ocurre, y si de verdad ocurre.
X: @aaguirre_g