Hay una ola de la que poco se habla, al menos fuera de las metrópolis del país, y me refiero al impacto climático. Insistiré en ello pues hay cifras que se han venido reportando en los últimos días a nivel mundial y vale la pena compartir.
Una de las proyecciones más recientes de la Agencia Internacional de Energía muestra que el consumo de los recursos fósiles seguirá dominando por los próximos años, teniendo presencia importante del gas natural; así como un crecimiento exponencial de las energías renovables. El punto medular radica en la eficiencia tecnológica y los procesos de captura de carbono, entre otras variables a incluir para mitigar la generación de contaminantes.
Cada país tiene motivaciones y razones distintas por las cuales va variando su matriz energética, así como los intereses y necesidades en cada estado y municipio. Hoy en día la explotación y el consumo desmesurado de los recursos ponen al planeta contra las cuerdas. En México predomina el consumo de las fuentes fósiles y requiere fortalecer las líneas de acción encaminadas a las metas ambientales globales.
Finalmente, se trata de trazar la hoja de ruta que genere ese liderazgo regional, estatal o nacional, asumiendo los retos que representan. Con un marco regulatorio atractivo e instrumentos de política innovadores. Así podrían darse pasos agigantados para disminuir todos los factores asociados al cambio climático.
Por: Alejandro Baizabal
Twitter: @alexbaiz