Hace unos días el panorama energético fue abrumador tras la tormenta invernal que azotó a los Estados Unidos. Fue un evento atípico, podríamos decir que causado por el cambio climático. Lo cual provocó la paralización de gran parte de su territorio. Texas fue uno de los más afectados, y es el punto principal desde donde importamos el gas natural. Vale la pena hacer algunas observaciones.
Se puso en evidencia la frágil seguridad energética de nuestro país, un problema que se viene arrastrando desde hace varios años. Algunas regiones del país sufrieron interrupciones en la electricidad lo cual ocasionó diversas afectaciones.
Importamos el 70% de gas natural, que es la base de la generación de electricidad en México. A partir de 2016, el país se convirtió en importador neto de este insumo.
También es importante señalar que nuestro país se ha beneficiado de los costos altamente competitivos, pues EEUU cuenta con los precios de gas más baratos en el mundo. Esto debido al boom del fracking. Con la llegada de la tormenta, los precios se dispararon de forma exorbitante, dejándolo temporalmente incosteable.
Con todo esto los nichos de oportunidad son claros, y en diversos foros se han remarcado. Uno de ellos es el tema del almacenamiento, el otro, la exploración y explotación de campos gasíferos. Y, principalmente la diversificación en la matriz de generación. Todo esto, para fortalecer la seguridad energética nacional.
Por: Ing. Alejandro Baizabal
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