El 2020 está por finalizar, y las noticias de la vacuna generan confianza en los mercados y la sociedad. Aún con esto, llevará un tiempo el proceso para su distribución y aplicación. Esto nos debe motivar para no bajar la guardia y seguir actuando responsablemente.
De igual forma, se deben fortalecer las estrategias que detonen el desarrollo social y económico de las comunidades y el país en general. Habrá municipios donde su única prioridad sea pensar en la sucesión del 2021, perdiendo de vista el rumbo, si es que lo tuvieron en algún momento. Algunos otros seguirán avanzando con paso firme y acelerado, sin necesidad de forzar que las cosas sucedan. A estas alturas la inercia va ubicando todo en su justa dimensión, ni más, ni menos. Lo que se hizo o dejó de hacer se verá reflejado en los siguientes meses y años.
Debemos aprender a crear un futuro que incluya y no desplace a los seres humanos. De forma justa, equilibrada y ambientalmente responsable. Aquí estará la diferencia entre los países obsoletos y quienes serán los líderes.
Será importante identificar y aprender de las mejores experiencias globales pues se esperan grandes retos post pandemia, los cuales dejarán brechas muy amplias y marcadas en varios sectores, seguramente algunas naciones aceleraron y perfeccionaron habilidades digitales y tecnológicas, de la mano con medidas más estrictas para eficientar sus procesos y mitigar las emisiones de CO2. Los jóvenes deben estar muy alerta pues tendrán que desarrollar desde ya, habilidades que los haga más competitivos para el futuro próximo, la cuarta revolución industrial seguramente movió la aguja en el velocímetro, y detonará nuevas carreras y oportunidades páralo que se avecina.
Por: Ing. Alejandro Baizabal
Twitter: @alexbaiz
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