En cápsulas anteriores he comentado que existen sectores que están generando gran cantidad de emisiones contaminantes al medio ambiente. La energía, el transporte y la industria. He abordado en diferentes ocasiones el sector energético, y ahora es el turno del transporte.
Aquí refiero a la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, “necesitamos una recuperación con economías resilientes, inclusivas y sostenibles. Con transición energética, conectividad digital y movilidad pública eléctrica…”
Hay ciudades en el planeta que están restringiendo los automóviles con uso de gasolinas para los próximos años. Por ejemplo, Reino Unido en 2040, Noruega en 2025, Alemania y España en 2030, Francia en 2040, y así podríamos seguir sumando naciones que se adhieren a esta medida.
La fortaleza en el transporte público es uno de los puntos focales en las grandes urbes y municipios, por varias razones: por beneficio al medio ambiente, por mejora en la movilidad para disminuir congestionamiento, así como por razones sociales y de equidad. Se ha demostrado que aquellos países que cuentan con un transporte seguro, confiable, cómodo y eficiente genera un mayor uso por la población, cualquiera que sea su nivel socioeconómico, y por tanto evitar rodar una gran cantidad de vehículos.
Para muestra un botón, en Ciudad de México la ampliación y la diversificación sustentable en su transporte ha traído impactos positivos. Tienen como meta incrementar la capacidad de la flotilla de trolebuses eléctricos para tener un total de 500 en 2023, y con esto tener la mayor en todo el mundo. Así es que uno de los grandes aportes es y debe ser en el transporte de las ciudades.
Por: Ing. Alejandro Baizabal
Twitter: @alexbaiz