México, sin duda, se está viendo afectado por todo ello. Esto trae implicaciones económicas en términos de menor crecimiento y menor demanda del petróleo crudo. Al mismo tiempo está el conflicto petrolero entre los rusos y los árabes.
¿Qué sucede aquí? Mientras que el coronavirus ha provocado una baja en el consumo de petróleo. Los países de la OPEP y Rusia no llegaron a un acuerdo para estabilizar la oferta y mejorar los precios. Rusia se negó. Por tanto, los árabes amenazaron con elevar su producción, es decir, invadir el mercado de petróleo para abaratar los precios. Es por ello la caída estrepitosa de la mezcla mexicana.
Si estos se mantienen por los suelos, obligaría a cancelar varios proyectos petroleros en el país, pues dejarían de ser rentables.
Más vale tener un ejército de expertos para afrontar lo que se viene. El reto es enorme para salir bien librados.
Por Alejandro Baizabal