Uno de los temas más sonados durante esta última semana ha sido la Caravana Migrante proveniente de Centroamérica, que está intentando ingresar al país por la frontera sur, con el fin de llegar a los Estados Unidos. Hemos visto diversas opiniones, imágenes, videos y frecuentemente opinamos con el hígado y no con la razón. Hay quien sigue defendiendo lo indefendible (violaciones graves a derechos humanos y a tratados internacionales) y quien simplemente no conoce mucho del tema. Es por eso que esta ocasión tuve el honor de conversar con un gran amigo y un experto en temas internacionales, el Embajador Eduardo Roldan Acosta, diplomático de carrera del Servicio Exterior Mexicano, gran ser humano y excelente catedrático quien me ayudó a poder compartirles lo que está pasando con el tema de la migración. 

La migración es una situación permanente en virtud de que el ser humano es migrante por naturaleza. Desde la época del Pangea, cuando todos los continentes estaban unidos, desde África, como cuna de la humanidad, empieza la migración hacia Europa y Asia. El ser migrante está en nuestra naturaleza, en nuestro ADN. Tengamos en cuenta que se todos deseamos o aspiramos a una mejor calidad de vida, y en particular, porque en esa escénica de migrar y buscar la mejora, generalmente se huye de la falta de oportunidades, de las violaciones de derechos humanos y las caravanas de Centroamérica rumbo a Estados Unidos no son la excepción.

En este momento es necesario entender también que muchas crisis migratorias no son espontáneas, son cíclicas, y obedecen aspiraciones a una vida mejor, nuevos focos de desarrollo, que en este caso es Estados Unidos, -como en África, la meta es Europa. No obstante, tenemos que recordar que existen migraciones libres, espontáneas, migraciones creadas o favorecidas por intereses políticos, económicos y religiosos

En el caso de las caravanas centroamericanas, se trata de un asunto multifactorial, no sólo es la aspiración al “sueño americano”; son condiciones hechas por grupos de interés, de presión, religiosos y políticos. Podemos asegurar que la primera caravana del año pasado fue programada para favorecer a los republicanos un día antes de las elecciones de 2016 y darle la razón a Trump con su lema de campaña “el muro” y “Hagamos América Grande De nuevo” –Make America Great Again-.

Dicho sea de paso, los muros, para contener las migraciones, no sirven de nada. Tenemos varios ejemplos al paso de la historiay siempre nos han dicho que se han caído, porque no se puede contener a la población de esa aspiración con sólo una barrera, pero sí podemos apuntar que lahistoria también nos ha demostrado que los derechos humanos son inalienables, inherentes al ser humano.

El embajador apunta: “Tenemos que entender que México es un país de migrantes. Al analizar los apellidos más comunes, vemos que no son todos indígenas, entendiendo así que somos una mezcla, una mezcla de razas. Con el tiempo, por una falta de visión y educación se crea discriminación y aclarar que en México, sí existe la discriminación, creo que hay que incentivar el orgullo de lo que somos,concientizar a la gente y dejar el pasado. Lo que me duele en esta coyuntura de enero de 2020 es que se ha recrudecido entre algunos mexicanos un sentimiento hacia los migrantes de desprecio, de coraje, cuando debiéramos entender esa problemática”.

De modo que, recordando el plan que se integró originalmente hace más de un año, en conjunto con Estados Unidos, para apoyar e impulsar a Centroamérica, en mi opinión arroja balance y cabe recalcar que se desarrolló junto a la CEPAL, si bien es un plan realmente integral, tiene un costo alto y Estados Unidos no ha dado ni un dólar de los 25 millones que prometió. Agrega el embajador: “Creo que la solución no es el muro, pues todos los países de la región son corresponsables de la situación, no nada más le toca a México, es un trabajo como continente para apoyar el desarrollo general”.

No es la participación policial ni militar la que solucionará el problema, es un plan integral de desarrollo para Centroamérica que debe instrumentarse y concertación entre todas las elites y gobiernos centroamericanos y norteamericanos que deben afrontar este problema.

Ahora, vale la pena recordar que la Guardia Nacional tiene un objetivo, que es buscar la seguridad del país a nivel nacional, no contener la migración. El Presidente debe de insistir en que es una situación multifactorial, y que hay diversos responsables. Estados Unidos, sosteniendo elites económicas en Centroamérica es uno de esos factores. Por tanto la única solución es asumir la responsabilidad, respetar los derechos humanos y así, disminuir la violencia en el tema.

Por último el Embajador agrega: “Creo que tenemos elementos suficientes para negociar, claro que hemos sido objeto de presión, pero no tenemos que decir a todo que sí. Considero que se han desaprovechado mucho de esos elementos, los más de 36.5 millones de mexicanos que radican en Estados Unidos, toda la derrama económica que tienen las empresas mexicanas, el comercio bilateral, la dependencia de ciertos estados con nuestro país para el desarrollo de la economía, tenemos fortalezas para negociar, habría que preguntar si realmente se utilizaron o nos dejamos presionar en absoluto”.

Con esta información, espero podamos tener un panorama más amplio del tema, para poder crear una opinión fundamentada, reflexionar la situación, y así ser una sociedad más empática con la problemática actual pues antes que mexicanos o americanos, todos somos humanos.

Agradezco al Embajador Roldan su tiempo, conocimiento y su amor a México. ¡Formemos opinión con conocimientoy sigamos creciendo día con día!

Por Guillermo Ruíz Tomé

(Guillermo es un ciudadano mexicano de 19 años, seleccionado nacional de triatlón, estudiante del quinto semestre de la carrera de derecho en la Facultad de Derecho de la UNAM, subcampeón nacional 2019, representante de México en diferentes competencias internacionales.)