Las niñas y niños ya se encuentran de vacaciones y los papás o tutores se preguntan si es conveniente o no que sus pequeños tomen algún curso de verano, sea porque el trabajo les impide cuidarlos y darles atención o simplemente porque ellos lo piden.
Los cursos de verano surgen debido a la necesidad de entretener a los menores durante el periodo vacacional. Ahí los niños se divierten, aprenden y son cuidados, en lugar de estar en casa viendo televisión, frente a la computadora, con videojuegos o dados al ocio.
Actualmente, ya existe una variedad de cursos de verano que se adaptan a gustos y necesidades diversas:
- Las clases de regularización, para reforzar conocimientos en el ámbito académico.
- Los cursos deportivos, en donde delegaciones o municipios organizan talleres en sus instalaciones y los niños realizan ejercicios (natación, baile, futbol, etc.).
- Los talleres artísticos y culturales, que ayudan a estimular la creatividad e imaginación en los niños (como los de escultura, pintura y teatro).
- Los relacionados con la naturaleza o ecológicos. Su ventaja es que los niños descubren, experimentan y aprenden a cuidar el medio ambiente.
¿Qué elementos deben considerar al elegir un curso de verano para sus hijos?
- Seleccionar un lugar con amplia experiencia.
- Que sus hijos se sientan a gusto. Aunque ustedes prefieran que tome un determinado curso, si a él o a ella no le gusta, no funcionará.
- El personal debe estar perfectamente calificado para impartir la materia.
- Revisar que las intalaciones sean adecuadas.
- De preferencia que el curso lo imparta una dependencia gubernamental (DIF, Ayuntamiento, Secretaría de Educación, etc.) o alguna institución educativa formalmente constituida.
Estos son algunos de los aspectos más importantes a considerar. Si como padres, saben que sus hijos se encuentran seguros mientras trabajan, estarán tranquilos.
Lo más importante es que los cursos de verano sean divertidos. Recuerden: ¡son vacaciones!.
*** De Chiripa: ¡Felices vacaciones!
Por: César Jiménez Martínez