Durante años la Central de Autobuses de Xalapa (CAXA), ha sufrido la anarquía en el tema del servicio de transporte público en su modalidad de taxis. Autoridades van y autoridades vienen y nadie ha podido hacer una real y efectiva regulación del servicio que ahí se ofrece. 

El día de ayer un grupo de taxistas, protestaron cerrando el acceso a la terminal camionera; posteriormente cerraron la circulación de Lázaro Cárdenas, a la altura de la entrada de los autobuses a la termina y se suscitó un conato de bronca entre taxistas y conductores de autobuses y personal de CAXA. Todo lo anterior se realizó con la ausencia de la autoridad y posteriormente con la complacencia de elementos policiacos que poco o nada hacían para reabrir la vialidad, instaurar el orden y propiciar el diálogo entre ambas partes.

Las afectaciones a los ciudadanos no se hicieron esperar: personas que no pudieron abordar a tiempo sus camiones; otras que quedaron por horas atrapadas en el terrible tránsito que colapsó gran parte de la ciudad; otras que tuvieron pérdidas económicas y vieron interrumpidas sus actividades personales, laborales, comerciales, etc. ¿Quién se hará responsable de los daños ocasionados? ¿Quién será sancionado?

Es urgente que alguien ponga punto final al terrible problema de los taxis dentro de la central camionera. Pues el conflicto no sólo alcanza a los diferentes gremios y autoridades de la central camionera, sino que desemboca en afectaciones a los miles de ciudadanos que acuden diariamente a la central y tienen que soportar un exceso de unidades de taxis dentro de las áreas de descenso y ascenso; otros subidos en banquetas y guarniciones; y lo que es peor, tener que pagar los excesivos cobros que realizan, pues sus tarifas son muy elevadas, que provocan que muchos prefieran salir hasta la avenida 20 de noviembre, con todo y maletas, con tal de poder pagar una tarifa accesible. Sumemos que muchos turistas llegan a la central camionera y se llevan la sorpresa y a veces, terrible experiencia del pésimo servicio de taxis.

El taxi, al ser una concesión estatal, representa un servicio público que convierte a los taxistas en servidores públicos, dicho servicio con el paso del tiempo se ha descuidado, creando un monopolio en el transporte de personas. Es por ello que los taxistas deben tener conciencia que son servidores públicos y que brindan un servicio en el cual el cliente debe ser atendido con dignidad, en unidades limpias y que cobren tarifas justas. El problema no es la tarifa, el problema radica en que los precios que se cobran por el servicio no concuerdan con el servicio prestado. Aunque hay que reconocer que existe un número importante de taxistas, mujeres y hombres, que brindan un servicio de calidad. Pero como dice el refrán: “Pagan justos por pecadores”.

No sea que las autoridades esperen a que el problema se siga agravando, haya consecuencias fatales, para que se decidan a actuar. No pueden dejar de ir de sus manos y del brazo de la ley las instalaciones de CAXA, de hacerlo, seguirían siendo omisos en la aplicación de la ley y provocando que se viva en la central una verdadera anarquía.

***De Chiripa: Xalapa se sigue bañando en sangre, el nivel de violencia e inseguridad no cesa, por el contrario, algunos días se recrudece y roba la paz y tranquilidad a los ciudadanos. Ni juntos los tres niveles de gobierno han podido cumplir con uno de sus deberes primarios: proveer la vida e integridad de los xalapeños. Lamentable y terrible lo que vivimos.

Por: César Jiménez Martínez