WASHINGTON (EFE).— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo ayer que él no es ningún “fan” del mandatario sirio, Bachar Al Asad, y culpó a su predecesor en la Casa Blanca, el demócrata Barack Obama, de la implicación actual de Rusia e Irán en Siria.
Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca junto al primer ministro libanés, Saad Hariri, Trump subrayó que lo que ha hecho Al Asad a Siria y al mundo entero es algo “horrible”.
“No soy un fan de Asad, ¿ok?. Sin duda creo que lo que le ha hecho a ese país (Siria) y a la humanidad es horrible”, declaró al ser preguntado por lo que opina del mandatario sirio.
Además, el magnate neoyorquino sostuvo que si Obama hubiera cumplido la “línea roja” que fijó en 2013 y que implicaba intervenir en Siria si el régimen de Al Asad usaba armas químicas, Irán y Rusia no estarían involucrados de manera tan agresiva en el conflicto como lo están actualmente.
Trump también cargó duramente contra el grupo chií libanés Hizbulá, del que dijo que es una amenaza para toda la región y que continúa “aumentando su arsenal militar”, lo que puede generar “otro conflicto con Israel”.
“Con el apoyo de Irán”, Hizbulá está alimentando una catástrofe humanitaria en Siria, denunció también Trump.
Al ser preguntado sobre esa implicación de Hizbulá en Siria y posibles nuevas sanciones al grupo libanés, Trump adelantó que dará a conocer su posición “en las próximas 24 horas”.
DIARIO DE YUCATÁN