Orizaba, Ver.- Durante el combate al incendio forestal en Tenango, municipio de Río Blanco hubo autoridades que atendieron la emergencia de inmediato, pero otras tardaron en hacerlo, como aquellas que debían resolver el tema del envío de helicópteros, manifestó el párroco de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, de Río Blanco, Helkyn Enríquez Báez.
"Bueno creo que sobre esto habría que distinguir los niveles de actuación, porque por un lado desde el sábado que se descubrió el primer incendio, creo que Protección Civil municipal actuó como lo indican los protocolos subiendo a sofocar, la cuestión es que el domingo se reactivó el incendio y luego todo lo que ocurrió en los demás días".
Indicó que Protección Civil nuevamente actuó junto con el apoyo de PC estatal y de algunos municipios aledaños, además de brigadistas voluntarios, "todos los que se unieron, pero también tenemos que recordar que los municipios tienen límites y no tienen un helicóptero, ni infraestructura que permita hacer frente a un incendio de la magnitud que alcanzó el de Tenango".
De ahí la necesidad de la solicitud de que las autoridades estatales o federales intervinieran para poder enviar el helicóptero y así se pudiera sofocar más pronto el incendio evitando exponer las vidas humanas y evitando la quema de más hectáreas de bosques.
"Nos hubiera gustado que se pudiera haber enviado antes el helicóptero, ya vimos que fue clave para sofocar los incendios y con esto, al menos un par de días se pudo haber ahorrado tanto de la quema de más bosque como de todo lo que significa para las personas el estar actuando".
Entonces, apuntó, se debe distinguir y hacer acto de justicia entre los que sí actuaron y quien a lo mejor pudo haberlo hecho un poquito antes.
Pero dejó en claro que esta situación mostró una vez más la solidaridad de la comunidad no sólo en la paroquia, sino de la gente de los municipios aledaños.
"Mucha gente que se organizó allá arriba en la caja de agua donde se tenía la base del primer campamento, había muchos voluntarios y las corporaciones que actuaron. También catequistas que estaban coordinando ahí la entrega de las ayudas, víveres, hidratación, herramientas".
De la misma manera, indicó que no se puede dejar pasar el heroísmo de muchas mujeres que también subieron a tratar de sofocar el incendio, jóvenes que incluso dejaron un par de días la escuela, la universidad y anduvieron ayudando.
"Fue un signo de gran solidaridad cristiana y nos ayuda a descubrir por un lado la bondad humana, pero sobre todo la ayuda de Dios".
Juan José Enríquez